Van Rompuy, un presidente eficaz y discreto pero perjudicado por "Merkozy"

  • Herman Van Rompuy, quien mañana será nombrado por la cumbre de la UE para un nuevo mandato como presidente del Consejo Europeo hasta diciembre de 2014, ha sido un dirigente eficaz y discreto en la búsqueda de soluciones a la crisis, pero ha recibido críticas por no haberse distanciado más del modo de actuar de Angela Merkel y Nicolas Sarkozy.

Rafael Cañas

Bruselas, 29 feb.- Herman Van Rompuy, quien mañana será nombrado por la cumbre de la UE para un nuevo mandato como presidente del Consejo Europeo hasta diciembre de 2014, ha sido un dirigente eficaz y discreto en la búsqueda de soluciones a la crisis, pero ha recibido críticas por no haberse distanciado más del modo de actuar de Angela Merkel y Nicolas Sarkozy.

Van Rompuy, un belga flamenco de 64 años, llegó al puesto en diciembre de 2009 siendo un gran desconocido para la mayoría de los ciudadanos de la UE y ha mantenido en su primer mandato de dos años y medio una labor intensa pero reservada.

El puesto de presidente permanente del Consejo Europeo fue creado por el Tratado de Lisboa, de forma que a Van Rompuy le ha correspondido en buena parte modelar el contenido del cargo en función de las necesidades y de su personalidad.

De carácter serio y meticuloso, este licenciado en Filosofía con una maestría en Economía es un político democristiano formado en los jesuitas que estudió en la prestigiosa Universidad Católica de Lovaina y también es un avezado autor de "haikus" (poemas cortos de origen japonés).

En el puesto, Van Rompuy ha buscado hacer una tarea callada y eficaz desde el interior de la institución. "Ha intentado ser un conciliador, el pegamento que une al Consejo Europeo", según aprecia en declaraciones a Efe Piotr Kaczynski, un analista del Centro de Estudios Políticos Europeos (CEPS).

La labor de Van Rompuy estuvo marcada desde el inicio por la crisis, primero por el estallido del problema de la deuda griega y después su extensión a otros países de la UE. Suya fue la iniciativa de crear un grupo especial que propuso las medidas de refuerzo de la gobernanza económica de los países comunitarios, ya en vigor, que serán el germen del nuevo gobierno económico europeo.

Una fuente comunitaria destaca para Efe que Van Rompuy ha mostrado el lado más positivo de su experiencia en la política belga (en la que fue primer ministro y también titular de Presupuesto), y en la que es necesario formar coaliciones de muchos partidos y buscar consensos muy complicados.

Sin embargo, reconoce que el contrapunto está en que "no tiene iniciativas políticas", sino que se limita a buscar de forma eficaz la construcción de acuerdos entre el mayor número posible de líderes europeos.

En este punto coincide Kaczynski, quien considera que Van Rompuy "no es carismático, no es un visionario" sino que se ve como "un conciliador" que facilita la toma de decisiones entre los jefes de Estado y Gobierno de los Veintisiete.

Desde este punto de vista, el presidente del Consejo Europeo es muy eficaz, porque dirige con mano maestra las discusiones de las cumbres, según coinciden varias fuentes y han señalado varios jefes de Estado y Gobierno..

"Se ha ganado la confianza" de los demás líderes de la UE, pero en cambio no tiene la "esencial" confianza de los ciudadanos, para los que sigue siendo un desconocido, según Kaczynski.

En el plano exterior, las fuentes coinciden en que ha realizado una tarea eficiente en representar a la UE en las cumbres multilaterales (G8, G20) o con países como EEUU, China o India.

El principal problema que ha afrontado Van Rompuy ha sido tener que mostrar su independencia respecto al presidente francés y la canciller alemana, quienes con frecuencia han llegado a las cumbres de la UE con posiciones pactadas de antemano que buscaban aprobar en el seno de la Unión.

Un destacado diplomático de Bruselas reconoce que Herman Van Rompuy debía haber tenido "más cuidado" desde el principio en no dejar extenderse la apariencia de que el dúo "Merkozy" dirige la UE.

Para Kaczynski, si bien el trabajo de Van Rompuy "ha sido muy valioso", por el camino ha quedado "la impronta de que la presidencia del Consejo Europeo la ejerce la canciller alemana".

La fuente comunitaria resume esta paradoja diciendo que, si bien Merkel y Sarkozy "no le han hecho la vida fácil" a Van Rompuy, éste "se ha dado cuenta" y ha intentado separar su trabajo de las iniciativas del eje franco-alemán.

Sin embargo, el analista del CEPS cree que el político belga solo ha conseguido zafarse "al 50 %" de la imagen de ser "un ayudante" de París y Berlín.

Otro punto de coincidencia es en la personalidad discreta de Van Rompuy, quien también serán nombrado mañana presidente de las cumbres del euro.

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