Víctima del terrorismo: "Es el dolor del vacío más profundo"

Madrid, 5 jun.- "No he sentido ningún otro dolor que se le parezca. Es el dolor del vacío más profundo". Así lo confiesa Mari Carmen Teba, víctima de los atentados del 11M de Madrid de 2004, que acabaron con la vida de su marido, Antonio.

Como Mari Carmen, otras diez personas víctimas del terrorismo relatan su experiencia y explican cómo superaron el dolor en un libro editado por la Fundación Villacisneros en colaboración con la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) y que será presentado a última hora de la tarde de hoy en Madrid.

Reconoce esta víctima que no sabe qué es el alma, ni dónde está ubicada. "Seguramente en lo más profundo de nuestro ser -dice-, pero yo he sentido que me dolía". "Los sentidos se bloquean y los sentimientos también".

El dolor se va superando poco a poco, pero también "vas aprendiendo a situar en ti tu vida anterior". "Sin duda -continúa esta víctima- es un gran paso admitir lo que eres, cuál es tu situación".

Igual que Mari Carmen, a otras víctimas les ha ayudado conocer a personas en su misma situación, como a Ignacio González, uno de los supervivientes de los trenes del 11M, que ha titulado así su relato: "Se paró el reloj, el Sol se ocultó y empezó a llorar el cielo".

Dedicada en cuerpo y alma a su examen de selectividad, Lidia Carretero sufrió la muerte de su padre militar en atentado de ETA en 1993. Hasta hace cuatro años, vivía dejándose llevar, pero comprendió que debía tomar decisiones y "poco a poco" va "recuperando la sonrisa y las ganas de vivir".

"Antes tenía miedo de ser feliz por si acaso esa felicidad se esfumaba. Ahora soy consciente de que es verdad, que en un segundo tu vida puede dar un giro de 180 grados, pero eso no debe limitar mi capacidad para sentir. Me voy poniendo metas pequeñitas, voy poquito a poco, pero dándome cuenta de que he dado grandes pasos", escribe Lidia.

"Cuando la maldad golpea" es el título de este libro, donde María del Pilar Sánchez recoge lo que no pudieron quitarle: el recuerdo de su padre, un guardia civil asesinado también por ETA.

La presidenta de la AVT, Ángeles Pedraza, también ha querido aportar su testimonio y recordar en el libro a su hija Miryam, fallecida el 11M, a la que se dirige en su relato para asegurarle que luchará cada día del resto de su vida para que no haya ningún atentado más, "sin ninguna cesión al terror".

"Todas las mañanas tu recuerdo y la defensa de la Verdad, la Memoria, la Dignidad y la Justicia es lo que me permite levantarme para afrontar nuevos retos", afirma Pedraza.