Por el pin parental

Rosell, la delegada para la Violencia de Género que ironiza con un 155 en Murcia

Victoria Rosell
Victoria Rosell
Europa Press

Las últimas declaraciones de la nueva delegada del Gobierno para la Violencia de Género han elevado el nombre de la aún diputada de Unidas Podemos a la categoría de treding topic. Y es que Victoria Rosell ha dejado caer la posibilidad de aplicar el artículo 155 en Murcia, a raíz de la polémica aprobación de un pin parental en las escuelas de la región, propuesta que, según ha aclarado después en su cuenta e Twitter respondía a un empleo de la ironía que ha sido malinterpretado (o mal entendido) por los medios de comunicación. 

"No es verdad", afirma tajante la delegada del Gobierno en un tuit y zanja, "Se llama ironía. Lo de enfrente, manipulación". Rosell adjunta el titular de uno de los diarios que se han hecho eco el asunto que ha acaprado una atención mediática que, para la diputada, corresponde a una intención de "seguir despreciando a las mujeres y al feminismo". Tras la formación de la coalición progresista, la representante de Unidas Podemos ha marcado la excepción a la regla dentro de su formación, al ser la única de las diputadas del partido 'morado' que tuvo que renunciar a su escaño en el Congreso al pasar a formar parte del nuevo Gobierno de con el PSOE, en su caso, como delegada para la Violencia de Género. Su acta de diputada, que aún ocupa temporalmente y si no hay renuncias, pasará a recaer sobre la siguiente en la lista Meri Pita, secretaria de Plurinacionalidad de Podemos.

El reciente incidente ha difundido el nombre de Rosell, que ha corrido como la pólvora por las redes sociales, bajo el cual se encuentra una jurista de larga trayectoria. Antes de convertirse en diputada por Unidas Podemos, la líder canaria, fue portavoz de Jueces para la Democracia y miembro de la Asociación de Mujeres Juezas de España, de la que aún forma parte. Además, la nueva delegada del Gobierno fue titular del Juzgado de Instrucción número 8 de Las Palmas de Gran Canaria. 

En 2015 congeló su carrera judicial para entrar a  formar parte de las listas de la formación que lidera Pablo Iglesias, en el marco de las elecciones generales de diciembre de ese mismo año. Aunque ya entonces consiguió un escaño, se vio obligada a renunciar a su acta de diputada tras admitirse a trámite la querella que interpuso contra ella el exministro del PP José Manuel Soria, rival político en Canarias, querella que fue finalmente archivada en diciembre del año siguiente y que la propia Rosell calificó como una "una auténtica trampa".

Tras archivarse aquella causa, el líder de la formación morada quiso recuperar a Rosell para las listas de las generales de abril del pasado 2019, quien acabó por convertirse en uno de los principales fichajes del partido, entre su plantilla de profesionales de reconocido prestigio. Tras consolidarse el pacto del abrazo, la magistrada en excedencia y aún diputada por Las Palmas, aseguró que esperaba "estar a la altura del feminismo de este país" desde su reciente nombramiento como nueva delegada del Gobierno para la Violencia de Género.

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