'Proyecto Trampa'

Vigilancias, denuncia falsa y asalto en la CNMV: Así "acosó" Villarejo a Arenillas

El exvicepresidente del organismo supervisor insiste al juez del caso 'Tándem' para que investigue la coincidencia de estos hechos con el intento de Sacyr Vallehermoso de hacerse con el control del BBVA

Carlos Arenillas
Carlos Arenillas
Efe

Hace dos meses, el pasado 14 de abril, Carlos Arenillas afirmó ante el juez del caso ‘Tándem’ que durante el tiempo que ocupó la Vicepresidencia de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), entre 2004 y 2008, se sintió "acosado" y perseguido tanto en el ámbito profesional como en el personal, algo que le dejó “cicatrices” durante años. “Siempre sospeché que había una mano negra detrás de todo lo que me pasaba. Ahora sé quién era”, afirmó el economista en su comparecencia como perjudicado del espionaje que realizó el comisario jubilado José Manuel Villarejo en el marco de su contratación por BBVA.

Arenillas aseguró que todo lo que sufrió durante esa etapa formaba parte de un plan contra las personas que eran percibidas como “hostiles” para la cúpula del banco, entonces dirigida por Francisco González, también investigado. Una de las primeras tareas que llevó a cabo el agente encubierto para el BBVA fue el denominado ‘Proyecto Trampa’ (o ‘Trapa’), que se centró en encontrar aspectos negativos de quienes habrían colaborado en el intento de Sacyr Vallehermoso de hacerse con el control de la entidad financiera en 2004. Así, según consta en el sumario de la pieza 9 del caso 'Tándem', Villarejo fijó como objetivos al expresidente de la constructora Luis del Rivero, el exministro de Industria Miguel Sebastián, el empresario Juan Abelló, el exvicepresidente de BBVA José Domingo de Ampuero, o el exdirector general adjunto del banco Vicente Benedito.

Entre los potenciales rivales, también se incluyó a Carlos Arenillas, quien recalcó ante el juez que nunca formó parte de “ningún grupo hostil”, pero  que igualmente sufrió un gran “acoso mediático”, sobre todo de aquellos medios en los que el comisario jubilado tuvo gran influencia. Según la transcripción de su declaración, a la que ha tenido acceso La Información, el economista relató al juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón una serie de acontecimientos que tuvieron lugar tras hacerse pública la intención de Sacyr de conseguir una presencia importante en el consejo de administración de BBVA.

Según concretó el economista en su declaración, así como en dos escritos presentados ante el Juzgado Central de Instrucción número 6 por su abogada, Almudena Peleteiro, a los que ha tenido acceso este diario, el grupo de Villarejo no sólo le intervino el teléfono, afectando su intimidad personal y "la confidencialidad profesional como vicepresidente de la CNMV”. Según aparece en los informes que el comisario elaboró para el BBVA, también se fotografió su casa y su vehículo, hechos que coinciden con la intrusión en su domicilio, en diciembre de 2004, donde tan sólo se sustrajo un reloj. 

El incendio de la Torre Windsor

Del Rivero, que también compareció como víctima, explicó al juez que el 15 de febrero de 2005 decidió abortar el asalto al BBVA porque se sintió atacado por los medios de comunicación y por temor al ver que tres días antes se había incendiado la Torre Windsor de Madrid, según indicaron fuentes jurídicas presentes en la declaración. En dicho edificio se encontraba la sede española de la consultora Deloitte, que había realizado una auditoría sobre la sociedad FG Valores, perteneciente a Francisco González, y que fue vendida en 1996 al banco Merrill Lynch. Poco antes del incendio, la Fiscalía Anticorrupción, que investigaba presuntas irregularidades en esta venta, había requerido dicha documentación, que finalmente desapareció.

Pero el “hostigamiento” hacia Arenillas no cesó con la noticia de que Sacyr había cancelado su operación. Según explicó el exvicepresidente de la CNMV, poco días después confirmó sus sospechas de que estaba siendo vigilado gracias a que el entonces secretario general del organismo, Salvador Meca, le comunicó que la seguridad de la Fiscalía General del Estado, cuyo edificio era contiguo, le había advertido de ello. Al sentirse amenazado, habló con “alguien del Gobierno” y Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado se encargaron de hacer un contraespionaje para detectar quien le estaba vigilando.

Seguimientos de "unos don nadie"

Arenillas continuó contando que un comisario, que era el que supuestamente estaba al frente de esta labor, le informó al poco tiempo de que todo había acabado y que los que le seguían eran “unos don nadie”. La defensa de Arenillas solicitó, en un escrito presentado el 26 de abril, al magistrado instructor que indague en estos hechos para identificar a los agentes encargados de realizar las labores de contravigilancia, una petición que reiteró el pasado 9 de junio.

De hecho, la letrada recalca que en los informes de Villarejo que obran en el sumario “se reconoce” que se había llevado a cabo el seguimiento no solo a Arenillas, sino también a Miguel Sebastián, y a José Pérez, entonces presidente de Intermoney, a quien se situó en la alianza con Del Rivero. “Se sienten vigilados y esto les está irritando en gran medida”, señaló el comisario jubilado.

El exvicepresidente de la CNMV añadió en su declaración judicial que puso al tanto de los seguimientos al entonces presidente del organismo supervisor, Manuel Conthe, y que éste no hizo nada al respecto, lo cual le inquietó. Cabe recordar que la relación entre estos dos ex altos cargos no fue la más cordial. El entonces máximo representante del ente acusó a Arenillas de actuar como “correa de transmisión de la Oficina Económica de Presidencia del Gobierno, entonces dirigida por Miguel Sebastián, e impulsar, en enero de 2005, una investigación sobre la venta de FG Inversiones, utilizando para ello un dossier que, supuestamente, le habría entregado un periodista.

Acciones para "limitar su actividad contra FG"

Otro de los hechos que a juicio de Arenillas tiene relación con los encargos a Villarejo para proteger a la cúpula del BBVA es la interposición en la CNMV, también a principios de 2005, de una denuncia falsa contra Intermoney, entidad que presidió. El expolicía plasmó en sus informes elaborados para el BBVA los “avances” de esta denuncia, de la que el expresidente de la compañía no tuvo conocimiento hasta la primavera de 2007, una vez que Conthe ya había dimitido. 

En dichos documentos de seguimiento, el excomisario jubilado se vanagloriaba de que la denuncia había “concluido eficazmente (documentada y enviada por correo certificado)”. En marzo de 2005,  también referenció que había logrado infiltrar a alguien en el departamento de informática de la empresa, por lo que esperaba que José Pérez “y sus amigos periodistas limitarán al máximo su actividad contra FG en fechas tan señaladas (especialmente a partir de mediados de febrero)”. Por todo ello, Arenillas insta al juez a que ordene a la CNMV que informe de la tramitación de dicha denuncia, así como que identifique a quien la interpuso y las personas encargadas de su tramitación.

Por último, Arenillas recuerda que hubo un allanamiento en la sede de la CNMV el 25 de julio de 2005, cuando dos individuos accedieron sin autorización y con documentación falsa en las oficinas durante apenas 15 minutos. Según informó el organismo supervisor a través de una nota de prensa, estas dos personas no accedieron a ningún sistema informático, tan solo se llevaron el teléfono personal, sin estrenar y en la propia caja, de un funcionario y, además, cambiaron de despacho el ordenador personal de otro trabajador. No obstante, para el que fuera el vicepresidente de este organismo no son suficientes explicaciones y pide al juez García Castellón que también reclame al organismo toda la información que tiene al respecto, como la identidad empleada por los asaltantes para entrar en el edificio o la investigación que se llevó a cabo y su resultado.

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