Afrontaba dos años de prisión

Villarejo gana el pulso al exdirector del CNI en los tribunales: el juez le absuelve

Concluye que no se ha podido acreditar la denuncia falsa y tampoco injurias contra Sanz Roldán. Además descarta que se inventara su condición de agente secreto.

jose manuel villarejo
El comisario sigue en prisión provisional por la macrocausa que sigue la Audiencia Nacional. 
Gema Huesca

Primer triunfo judicial para el comisario jubilado José Manuel Villarejo. El magistrado que le juzgó hace menos de diez días por injurias y denuncia falsa contra el exdirector general del CNI ha decidido absolverle al considerar que no cometió delito con su actuación. En su sentencia, que no es firme, explica que no inventó la existencia de un operativo ni su carácter de agente encubierto para justificar su denuncia contra Félix Sanz Roldán. Se trata de una causa menor para el comisario, el cual permanece desde noviembre de 2017 en prisión provisional por el procedimiento que sigue la Audiencia Nacional en relación a todos sus encargos de espionaje. 

En lo que respecta a este asunto, el policía se sentó en el banquillo el pasado 15 de enero tras cuatro intentos fallidos para juzgar estos hechos. La Fiscalía, que inicialmente pedía dos años de cárcel, acabó retirando el delito de calumnias tras escucharle a él y a la alemana Corinna Larsen, la cual declaró como testigo. Ahora el magistrado Jesús de Jesús Sánchez concluye que se le debe exonerar al no quedar acreditado que calumniase a Sanz Roldán, con quien mantiene una fuerte enemistad. En lo que respecta al delito de injurias, que se le atribuyó por decir en un programa de televisión que el general había amenazado de muerte a la examiga del Rey, el juez dice que el Centro Nacional de Inteligencia no puede ser considerado "titular del derecho al honor", de acuerdo con lo establecido en la Constitución.

Explica que la Ley sí recoge este supuesto en caso de injurias al Ejército o Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y que el CNI no comparte esa naturaleza. En este caso, la Abogacía General del Estado sí mantuvo los dos años de prisión para el comisario al entender que con esas declaraciones había desprestigiado a los servicios secretos del país. Lo mismo explicó Sanz Roldán en su declaración como testigo. El general negó categóricamente haber amenazado a Corinna y a sus hijos pese a que ésta ratificó lo denunciado en su acta. En el documento que aportó a la causa expuso que Sanz Roldán viajó a Londres y le dijo que si no guardaba silencio sobre determinada información sensible sobre España, no podría garantizarle su seguridad. También aseguró que agentes del CNI ocuparon su domicilio de Mónaco antes de mudarse a Londres y que estaba "aterrorizada".

Denuncia falsa

En lo relativo a la denuncia falsa concluye el magistrado que tampoco puede acreditarse la tesis de Fiscalía. En este caso concreto, los hechos se refieren a una denuncia que interpuso Villarejo contra Sanz Roldán en junio de 2017, apenas unos meses antes de su detención en el marco del caso Tándem. El comisario pidió que se investigara la filtración de una fotografía suya que acompañaba una noticia del diario El País sobre sus tentáculos en el mundo judicial. El policía, que estaba adscrito a la DAO, volvió a ratificar en su interrogatorio que esa imagen se tomó al bajar de un avión proveniente de una misión secreta de la que pocos o muy pocos tenían conocimiento y que la filtración de la instantánea se produjo por orden de Sanz Roldán. De nuevo el general negó la acusación y dijo que no conocía de nada a Villarejo. 

El comisario relató en su denuncia que la imagen corresponde al aeropuerto de Melilla y que se enmarca en una misión para neutralizar amenazas de contenido yihadista. Villarejo dijo que el exdirector del CNI podía haber cometido delito de colaboración con organización terrorista y revelación de secretos oficiales con la difusión de la fotografía. No obstante, esta denuncia no solo no fue admitida a trámite sino que la Fiscalía contraatacó al considerar que estaba atribuyendo hechos falsos al entonces director general del CNI. Responde el magistrado al respecto que en este asunto no se ha lesionado ni el bien jurídico consistente en el correcto funcionamiento de la Administración de Justicia ni tampoco el relativo al honor. 

"Olivera confirma la finalidad esencial del viaje y que José Manuel Villarejo era uno de los asistentes".

"No inventó la operación secreta"

"Es claro que el acusado, cuando presenta la denuncia, piensa que la filtración de la fotografía proviene del CNI (...) y ello con la finalidad de revelar su identidad hasta el momento secreta, encubierta o al menos no conocida hasta el público", reza el fallo el cual recoge un testimonio clave que se prestó durante el juicio del pasado 15 de enero. Se trata de la testifical del que fuera jefe del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), José Luis Olivera. El comisario, que confirmó la relación de amistad que le une a Villarejo, ratificó que viajó con él en esa misión y que era la persona que aparece a su lado en la fotografía. Para el juez, es un testimonio de cargo porque "confirma la finalidad del viaje" así como que estaba autorizado por el Secretario de Estado del Interior. 

"Con ello lo que se quiere decir es que el acusado no inventó la operación secreta ni su carácter de agente encubierto para así justificar su denuncia y el conjunto de sus imputaciones, sino que esas afirmaciones son ciertas. Y por otro lado, es cierto también que no se ha acreditado la autoría de la fotografía, ni quien pudo sacarla en ese contexto dado que, era, al parecer, una operación secreta. Por ello (...) a 'sensu contrario' cabe señalar que ni el acusado obró con conciencia de imputar hechos falsos, ni tampoco incurrió en un temerario desprecio a la verdad, pues no aparece como totalmente absurdo, descartable o fruto de la particular ideación del acusado, el relato de hechos que expuso en la denuncia", sentencia el magistrado. El auto no es firme y contra el mismo cabe interponer recurso ante la Audiencia Provincial de Madrid en un plazo de diez días.

Mostrar comentarios