Declara ante el juez

Villarejo desliga a Fainé del espionaje a Rivero y dice que no pinchó las llamadas

Afirma que el contrato lo negoció con los exjefes de seguridad de Repsol y de Caixa pero que no sabían que era policía en activo. 

El consejo de Repsol destituye a Del Rivero como consejero
El consejo de Repsol destituye a Del Rivero como consejero

José Manuel Villarejo ha declarado ante el juez para desgranar los detalles de su trabajo a Repsol y CaixaBank. En su primera comparecencia judicial tras su paso por el hospital, el comisario ha dado cuenta de este trabajo que consistió en seguir de cerca los pasos del empresario Luis del Rivero ante el temor de un asalto al capital de la petrolera. El policía ha confirmado el encargo y ha dicho que lo gestionó directamente con los jefes de seguridad de las dos compañías negando que Antonio Brufau o Isidro Fainé estuvieran al tanto de estos hechos. 

Según confirman fuentes presentes en el interrogatorio, el comisario -que ha comparecido con un parche en el ojo- ha asegurado que estaba posicionado en defender a Repsol en tanto no se podía permitir que Sacyr y Pemex se hicieran con el control de la compañía. No obstante, y pese al sumario policial que recoge una lista de llamadas interceptadas a Del Rivero, Villarejo ha negado este extremo y ha insistido en que no usó medios policiales para este encargo. El proyecto que gestionó desde el Grupo Cenyt y que llevaba por nombre 'Wine' se formalizó a finales de noviembre de 2011 y tenía por objeto controlar los movimientos del entonces presidente de Sacyr con la finalidad de frenar su ofensiva. El encargo se presupuestó inicialmente en 925.000 euros.  

El comisario presta declaración ante el juez después de que lo hicieran los exjefes de seguridad de Repsol y CaixaBank, Rafael Araujo y Miguel Ángel Fernández Rancaño, respectivamente. Ambos explicaron que fueron los interlocutores directos con Villarejo, un extremo que hoy ha confirmado el comisario. Sobre este asunto ha precisado que ellos no sabían que era policía en activo, tratando de este modo de desligarles de cualquier ilícito penal teniendo en cuenta que los investigadores les imputan delito de cohecho por contratar sus servicios mientras estaba en activo en la Policía Nacional. Al respecto Villarejo ha vuelto a recordar que si se implicó en este asunto es porque lo consideró una cuestión de vital importancia (mismo argumento que empleó en el encargo de BBVA) . También ha apuntado al CNI. 

"El CNI clandestino"

Las fuentes consultadas explican que ya al término de su comparecencia por los hechos que se investigan en esta pieza vigésimoprimera de Tándem ha revelado que existió un CNI clandestino y ha dejado caer que desde 'La Casa' conocían perfectamente la existencia de esta operación para hacerse con el control de Repsol. Al respecto ha dicho que está dispuesto a dar datos de dicha parte del CNI tales como las vías por las que se nutre y las operaciones que habría auspiciado. Con todo, el comisario ha desmentido a Luis del Rivero en lo que respecta al inicio del encargo. El empresario -que figura como víctima de dos piezas de la causa- explicó en su declaración de diciembre que el comisario jugó a dos bandas con este asunto ya que, mientras cerraba sus servicios para Repsol y Caixa, también se acercó a Sacyr e incluso le reportó que Brufau buscó el apoyo de Mariano Rajoy para frenar la acción conjunta de la constructora y Pemex. 

El comisario no ha confirmado estos hechos. Más bien la contrario. Ha asegurado que fue el encargado de la Seguridad de Sacyr, Rodrigo Álvarez, el que le contactó. Según su relato, Álvarez fue especialmente insistente en aras a conocer los entresijos de este encargo hasta el punto que rompió la relación con él. También ha rebatido la tesis de la Policía Judicial que en el informe que dio pie a las imputaciones en esta pieza detalló los seguimientos no solo a Del Rivero sino también a su familia y su núcleo más cercano. De hecho, entre el material intervenido al espía tras su detención en noviembre de 2017, los agentes han encontrado documentos y grabaciones en relación al proyecto Wine además de los informes elaborados durante el tiempo que realizó este encargo. 

Entonces, el comisario -que hoy ha confirmado los pagos recibidos por este trabajo- expuso que utilizaron coches y motos de vigilancia, equipos de audio para grabaciones, ocho dispositivos para interceptar comunicaciones y hasta software para acceder a determinados bancos de datos. Entre sus anotaciones destacan las relativas a 'Cid', que es como apodó a Rodrigo Álvarez, y cerca de una treintena de imágenes en formato JPEG conteniendo el tráfico de llamadas de las 'víctimas' de este encargo en el mes de octubre de 2011. Sobre este punto Villarejo ha negado que fuera él quien las interceptara y ha apuntado que intervino en el asunto porque el exdirector general adjunto de la Policía, Miguel Ángel Fernández Chico, le encargó que había que defender los intereses de Repsol en plena pugna de poder. 

La doctora Pinto y la Reina Letizia

El comisario, que ha comparecido desde la cárcel de Estremera, ha sido interrogado también por dos trabajos más que se investigan en otras líneas de la macrocausa. Uno de ellos es el relativo al supuesto encargo que le habría hecho Javier López Madrid en su enfrentamiento con la doctora Elisa Pinto. El empresario ya compareció en esta pieza número 24 y negó haberle pagado para amedrentar a la dermatóloga. Más bien al contrario, aportó informes policiales en los que, según dijo, quedaba patente que fue ella la que le amenazó y le mandó mensajes intimidantes que hicieron que tuviera que recurrir al comisario. Ahora Villarejo ha confirmado este extremo y de nuevo ha dicho que no cobró dinero por este asunto que se investiga hasta en dos procedimientos separados en los juzgados de Plaza Castilla. 

Sobre este capítulo Villarejo ha añadido que conoció López Madrid gracias a la intermediación del presidente de Société General, Donato González. El asunto trascendió la esfera policial ya que, según ha precisado, dio traslado del tema a miembros del Ministerio del Interior que entonces lideraba Jorge Fernández Díaz. La alerta llegó igualmente a la cúpula de la Secretaría de Estado de Seguridad. El motivo, según ha dicho, es que López Madrid era una persona muy cercana a los entonces Príncipes de Asturias y que, por tanto afectaba a La Casa Real. Cabe recordar que en el marco de las investigaciones por este asunto salió a la luz los mensajes de la Reina Letizia en el que se refería a él como 'compiyogui'. Esta cercanía entre López Madrid y los actuales Reyes de España hizo que saltaran las alertas sobre este asunto, siempre según Villarejo, el cual de nuevo ha insistido en que el CNI tenía conocimiento de este episodio.

El comisario ha rechazado de plano que visitara a la doctora en su clínica en diciembre de 2013 pese a que Pinto insiste en que fue él quien acudió en persona con López Madrid para avisarle de que si le seguía molestando habría consecuencias. En esta pieza concreta se investiga exclusivamente si el empresario contrató los servicios de Cenyt y si le pagó por su mediación. En las otras dos que se han seguido en Plaza Castilla el objeto ha sido esclarecer quien fue el que amenazó a quien. La doctora Pinto mantiene que la brigada parapolicial está detrás de este asunto y que no ha sido hasta ahora, con motivo del avance del caso Villarejo, cuando se está dilucidando la implicación de altos mandos policiales. El episodio más negro se produjo en el año 2014 cuando, según dijo la doctora, fue apuñalada mientras iba en su coche con su hijo menor. En la rueda de reconocimiento identificó a Villarejo como el agresor. Él lo niega. 

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