Encargado por Repsol

Villarejo guardó en su agenda datos de Montero por el espionaje a Del Rivero

Sus anotaciones personales desvelan cómo puso el foco en la actual portavoz del Gobierno y en otros empresarios ligados al expresidente de Sacyr. 

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del 19 de enero
Villarejo también presumió de lazos con la vicepresidenta Calvo en un encargo para Iberdrola.
Agencia EFE | Pool Moncloa / Borja Puig de la Bellacasa

José Manuel Villarejo vigiló de cerca a un buen número de empresarios, banqueros y políticos para los múltiples encargos que gestionó desde su negocio privado. Sin embargo, el caso del espionaje a Luis del Rivero -que se investiga en dos piezas separadas de Tándem- es uno de los que más esfuerzo acarreó al comisario jubilado ya que se centró en muchas personas del entorno del entonces presidente de Sacyr. Así consta en su agenda particular en la que llegó a plasmar anotaciones de la entonces consejera andaluza y actual portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, además del empresario Juan Antonio Roca, cerebro del caso Malaya. 

Durante los años en que se alargó este cometido, Villarejo puso como eje del mismo al presidente de Sacyr por la guerra que en aquel entonces estaba librando con Repsol. De hecho, el avance de la causa evidencia que se acercó tanto a un bando como a otro para ofrecerles sus servicios a sabiendas de que las dos partes estaban inmersas en una pugna por el poder de la petrolera. Sin embargo, fue finalmente esta última la que, en connivencia con CaixaBank, contrató al comisario en aras a frenar el intento de asalto a su capital tanto de Sacyr como de Pemex. En el marco de este encargo, que dio pie a la apertura de la pieza 21, Villarejo cercó las comunicaciones telefónicas y los contactos directos de Del Rivero y su familia.

Así, recogió en su proyecto Wine nombres como los de los exministro Josep Piqué y Francisco Álvarez Cascos; el expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa; el exsecretario de Estado Jaime García-Legaz o el expresidente de la CNVM Julio Segura. No obstante, antes de recabar todas estas conclusiones y trasladarlas a su cliente, también siguió de cerca a otras muchas personalidades cuya identidad plasmó en su agenda personal. En la misma, que obra en el sumario de esta pieza al que ha tenido acceso La Información, aparece la actual portavoz del Gobierno. El comisario, que fecha las anotaciones en noviembre de 2011, se refiere a ella como 'consejera Junta', en referencia a su cargo en el momento de los hechos como consejera de Sanidad y Consumo del Gobierno andaluz de Susana Díaz. 

El entorno de Del Rivero

El comisario no adjunta ningún dato más relativo a la ministra socialista aunque acompaña su nombre con una pequeña frase: "No ha dicho que no". En esa misma página en la que hace alusión a Montero, el policía incluye referencias a las oficinas de Sacyr en México o a Actividades Inmobiliarias y Agrícolas, sociedad familiar de Del Rivero. Igualmente también adjunta información de Rodrigo Álvarez, exjefe de seguridad de Sacyr y hombre muy cercano a Del Rivero. De acuerdo con los investigadores, Álvarez -a quien se refería con el alias de 'Cid'- fue la persona que recibió un informe paralelo de Villarejo en el que también ofrecía sus servicios, aunque en este caso era para espiar a Repsol. En su turno ante el juez, Del Rivero se desligó de este asunto y negó que terminara pagando a Cenyt por esta propuesta.

Así pues, Álvarez pasó de recibir una oferta de espionaje a ser el espiado, tal y como figura en los informes policiales de Asuntos Internos en los que se advierte que el comisario habría controlado su tráfico de llamadas de manera ilícita. Del mismo modo también hay manuscritos sobre el expresidente de Tubos Reunidos Pedro Abásolo y de la mexicana Pemex con quien tenía Sacyr el acuerdo de sindicación de acciones. De Luis Mañas (exasesor externo de Pemex) dice que "participó en el asesoramiento de la operación" aunque el exdirector general de la mexicana, Juan José Suárez Coppel "lo niega". El comisario también recabó abundante información de la situación de Repsol entonces  (con apuntes sobre la subida y bajada de las acciones) y de números de teléfono asociados a Pemex a los que decía que tenía que llamar. 

No obstante, la investigación a Del Rivero es la que más páginas copa de su libreta. En una de ellas incluye al empresario "en una operación de blanqueo" con el que fuera asesor de Urbanismo de Marbella, Juan Antonio Roca. De hecho, y siempre según su manuscrito, el que fuera cabecilla del caso Malaya habría puesto en marcha "empresas con amigos para blanquear comprando edificios singulares principalmente en Madrid". Apunta al respecto que Del Rivero participó "en dos de ellas" y que le habría pagado la fianza para salir de prisión. En abril de 2008 el político abonó una caución de un millón de euros tras cumplir dos años en prisión provisional por su implicación directa en esta causa de corrupción. El Tribunal Supremo le condenó a 17 años de cárcel por estos hechos. 

Tras la pista de los pagos

Todas estas averiguaciones sirvieron a Villarejo para elaborar el informe del proyecto Wine que ofreció a Repsol y Caixabank. El avance de esta línea de investigación permitió a la Policía Judicial acreditar que los dos entes abonaron en siete pagos fraccionados un total de 413.600 euros a las cuentas de Cenyt. Todos ellos se efectuaron entre finales de 2011, momento en que arrancó el encargo, y mediados de 2014. Asuntos Internos siguió la trazabilidad de los mismos y constató que fueron a parar a gastos asociados a negocios de Gemma Alcalá (mujer del comisario) así como a otras cuentas de Cenyt. Un porcentaje mucho menor se desvió a cuentas de otras mercantiles como Munno o Nadna Projects, cuyo titular real es Villarejo. También amortizó la garantía hipotecaria de su finca de El Montecillo.

Cerca de un año después de abrir esta pieza número 21 del caso Tándem, el magistrado acordó las imputaciones de los exjefes de Seguridad de Repsol (Rafael Araujo) y Caixa (Miguel Ángel Rancaño) en aras a que esclarecieran las contrataciones al entramado del policía. En su comparecencia el pasado mes de diciembre -en la que también participó el entonces subdirector de Seguridad Corporativa de Repsol, Rafael Girona- negaron cualquier ilicitud. Los investigados explicaron que desconocían que Villarejo estaba en activo en la Policía en el momento de los hechos e insistieron en que el objetivo era neutralizar la gran amenaza que veían en la estrategia de Sacyr y Pemex. Del Rivero, por su parte, defendió la operación y dijo que, de haber fructificado, Repsol se habría sido pionera en el mundo en reservas de petróleo.

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