En su declaración ante el juez

Villarejo negó el robo del móvil y acusó a Dina de filtrarlo: "Fue por despecho"

El comisario dijo en marzo de 2019 que varios periodistas le alertaron de que la exasesora de Iglesias difundió los pantallazos para dejarle como "machista".

Polémico episodio en el caso Villarejo
Villarejo ya descartó la teoría del robo ante el juez tras abrirse esta pieza del caso Tándem
EFE

No hubo robo del teléfono ni posterior filtración en prensa. Así de claro se expresó José Manuel Villarejo en su declaración en la Audiencia Nacional en marzo de 2019 tras abrirse una nueva pieza del caso Tándem relativa a la presunta sustracción del teléfono móvil de Dina Bousselham, exasesora de Pablo Iglesias. El comisario jubilado dijo entonces que algunos periodistas le trasladaron que fue la exasesora de Podemos la que filtró a la prensa el contenido de su teléfono con el fin de dejar en mal lugar a Pablo Iglesias, de quien tenía 'pantallazos' comprometedores. Se trata de una versión que cobra especial relevancia en este momento actual de las pesquisas puesto que los investigadores tratan de aclarar en qué punto concreto se destruyó la tarjeta telefónica que le trasladó Iglesias a su dueña a mediados de 2016. 

Villarejo negó el robo del móvil y acusó a Dina de filtrarlo: "Fue por despecho"

"Varios medios de comunicación me dicen: 'Oye, hay una señora que ha tenido una relación sentimental con Iglesias que le había prometido que se iba a casar con ella. Está muy despechada y está dando una copia de su teléfono para que se vea que es un machista y tal", dijo Villarejo en sede judicial. De acuerdo con el audio de su declaración, adelantado por Libertad Digital y al que ha tenido acceso La Información, no hubo robo alguno de este dispositivo, como así lo denunciaron tanto Iglesias como Bousselham tras personarse como perjudicados en esta pieza décima del caso Tándem.

La teoría de Villarejo, que descartó rotundamente haber facilitado este dispositivo a Ok Diario, supone una vuelta de tuerca a un caso que ha cobrado especial relevancia desde que la propia Bousselham volviera a comparecer el pasado mes de mayo ante el juez revelando datos desconocidos hasta el momento. En concreto, Dina insistió en que se le había sustraído el móvil en noviembre de 2015 pero apuntó que Iglesias le devolvió su tarjeta telefónica a mediados de 2016 y que estaba destruida. El dispositivo llegó a manos de Iglesias de manos del presidente del Grupo Zeta, Antonio Asensio, el cual, a su vez, la recibió de manera anónima. 

"No hubo obviamente ningún robo"

Paralelamente, el contenido de esa tarjeta también se hizo llegar a Villarejo. Los investigadores así lo descubrieron al estudiar los dispositivos incautados tras su detención en noviembre de 2017. El análisis de todo este material les llevó a encontrar entre el mismo una copia del teléfono de Dina. El comisario, preguntado por estos hechos, no solo no los negó sino que confirmó que se lo entregó un director de un medio de comunicación. "Yo me quedé con alguna copia", confirmó el comisario jubilado a preguntas concretas de los fiscales Anticorrupción al frente del caso. "No hay obviamente ningún robo de ese teléfono ni nadie me encarga que se robe nada. Los investigadores del CNI que le pasan los informes a Asuntos Internos saben perfectamente cómo ha sido todo esto porque está totalmente documentado", dijo el agente encubierto.

Villarejo también negó estar detrás de la filtración de todos estos datos a Ok Diario, el cual se hizo eco de los pantallazos del teléfono de Dina. Los mismos recogían conversaciones mantenidas entre los líderes de Podemos como la relativa a Mariló Montero, de la que Iglesias dijo que la "azotaría hasta que sangrase". Al respecto, el agente encubierto dijo que había hablado con periodista Eduardo Inda pero negó ser la fuente que filtró estas capturas de pantalla. El fiscal le preguntó al respecto si sabía por qué un medio de comunicación los había publicado mientras el otro había optado por no sacarlos a la luz y hacerlos llegar a su legítima dueña a través del líder de Podemos, a lo que Villarejo respondió que no tenía ni idea. 

Bousselham explicó en mayo ante el magistrado Manuel García Castellón que ella misma efectuó esos pantallazos aunque negó categóricamente haberlos enviado a la prensa. Sus manifestaciones provocaron estupor en el magistrado el cual tomó las riendas del interrogatorio para interesarse especialmente por los motivos que rodean al destrozo de su tarjeta. "Si no se puede recuperar nada no significa un simple deterioro que a todos nos puede pasar, sino que puede significar otra cosa. ¿Dónde ha estado seis meses la tarjeta para que esté destruida?" le preguntó García Castellón, a lo que ella respondió: "No hay nada más". "Claro que hay algo más. Me parece lo suficientemente grave", replicó el instructor de acuerdo con los audios recogidos por este diario. 

Las manifestaciones de Bousselham llevaron a la Fiscalía Anticorrupción a pedir al magistrado que retirara su condición de perjudicado en esta pieza décima del caso. El instructor actuó en esa línea y le recordó en un auto del pasado mes de mayo que los hechos relativos al destrozo de la SD podrían ser constitutivos de delitos de revelación de secretos y daños informáticos. Además, requirió a Dina que no compartiera misma defensa letrada que el vicepresidente segundo del Gobierno al considerar que había conflicto de intereses. La abogada que ha ejercido la defensa de ambos hasta ahora ha sido Marta Flor. Su nombre salió a la palestra recientemente por los chats que intercambió con otros miembros del equipo legal de la formación morada en los que daba a entender que Fiscalía les estaba filtrando información de la causa. 

Como consecuencia de todo esto Iglesias ha decidido prescindir de Flor y ha encargado su defensa al abogado Raúl Maíllo. Bajo su dirección recurrió la pasada semana la decisión del juez de retirarle la condición de perjudicado insistiendo en que hubo una operación liderada por por la policía patriótica con la que pretendían desprestigiar al partido a través de información falsa. Se refiere Iglesias al famoso informe PISA (Pablo Iglesias Sociedad Anónima) que le atribuiría una financiación irregular al partido. El documento apareció también entre el material incautado a Villarejo en noviembre de 2017 si bien el comisario negó ser el autor del mismo.

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