Mientras seguía en activo en la Policía

Villarejo valoró Cenyt en 46 millones para sacar pecho y venderse ante el Ibex

Así consta en la documentación sobre el Grupo Cenyt que el socio del comisario jubilado, Rafael Redondo, aportó al BBVA para la apertura de cuentas. La información se recoge en un informe interno del banco.

El comisario jubilado José Manuel Villarejo acude a declarar a una nueva sesión del juicio por la operación ‘Tándem’, en la Audiencia Nacional, a 10 de enero de 2022.
El comisario jubilado José Manuel Villarejo.
Marta Fernández / Europa Press

Más de 46 millones de euros. Ese es el valor que según José Manuel Villarejo tenía el Grupo Cenyt, el conjunto de empresas que el comisario jubilado creó en los años 90 y a través del cual prestó presuntos servicios de espionaje, enmarcados en trabajos de consultoría empresarial o de inteligencia corporativa, a diversos clientes, ente los que se encuentran importantes firmas nacionales, algunas del Ibex 35. Y así lo hizo constar en la documentación que remitió en 2007 a BBVA, que también requirió sus trabajos privados mientras seguía en activo en la Policía Nacional, para acreditar su solvencia ante la intención de abrir unas cuentas, por las que posteriormente el agente encubierto mantuvo un enfrentamiento con la entidad financiera.

Esta información aparece en un informe interno que BBVA elaboró con motivo de la demanda que Cenyt interpuso contra el banco al considerar que había sido "engañado" con una cuenta de crédito con garantía hipotecaria por un importe de 1.024.100 euros y los posteriores contratos de "cobertura de riesgo de tipos de interés", al no registrar los beneficios estimados. En dicho documento, que se ha puesto a disposición del juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón, que investiga la macrocausa 'Tándem', se incluye un apartado denominado "información sobre la sociedad y sus administradores", en el que se señala que el socio del comisario, Rafael Redondo, presentó un "organigrama" en el que "se da un valor global al Grupo Cenyt de 46.340.000 euros (7.710 millones de pesetas)".

El informe, al que ha tenido acceso La Información, se incorporó a la línea de investigación -la novena- del también conocido como ‘caso Villarejo’, que versa sobre la contratación del comisario jubilado entre 2004 y 2017 por parte de BBVA, después de que PwC lo hallara en el correo electrónico del exjefe de Seguridad del banco Julio Corrochano, a la hora de realizar una auditoría interna encargada por los abogados del banco y elaborar un informe ‘forensic’, que se aportó a la causa. Sin embargo, la Fiscalía Anticorrupción recientemente insinuó que la consultora había hecho un "cribado" y criticó que ésta tan solo hubiera informado de que dicho documento interno estaba vinculado con dicho exdirectivo, investigado por contratar el entramado de Villarejo, cuando, según la documentación aportada, consta que el mismo pasó por las manos de varios empleados. 

Por ello, a principios de este mes de enero, y a petición del Ministerio Público, el juez instructor de refuerzo Joaquín Gadea, en sustitución del magistrado García Castellón, solicitó a PwC que aclarara por qué no advirtió que el documento que elaboró el empleado de BBVA César Béjar Hurtado en junio 2011 -que ya  declaró como testigo- fue enviado, al menos, por Fernando Fernández-Bermejo, entonces director de zona de la sucursal en la que Villarejo abrió varias cuentas bancarias, a la directiva de BBVA Cristina de Parias, para que ésta a su vez se lo hiciera llegar a Corrochano. En respuesta a este requerimiento, la consultora remitió el pasado 18 de enero un escrito, que también ha podido ser consultado por este diario, en el que explica que el nombre de los otros trabajadores del banco que tuvieron algún tipo de contacto con el informe interno no aparecía en el 'forensic' porque "nunca han sido identificadas, consideradas o incluidas como sujetos de análisis (...) ni como 'custodios0, ni como 'precustodios'".

Las ramificaciones de Cenyt

Así, PwC ha vuelto a remitir el informe en cuestión en el que, además de indicar el valor global del Grupo Cenyt, se detalla que el capital de la sociedad Club Exclusivo de Negocios y Transacciones SL, con la que realizaba la actividad de "consultoría a empresas", era de 1.502.205,66 euros. Y añade que esta empresa contaba con 11.577.000 euros en "patrimonio inversiones"; 875.000 euros en "instalaciones"; 3.675.000 euros en "fondo de comercio; y 10.810.000 euros para "disponible inversiones". Estas no son las únicas cifras que se plasma en el documento interno de BBVA, pues refleja que, "según el organigrama facilitado por el sr. Redondo", Cenyt tenía ramificaciones, ya que de ella dependían otras sociedades como W Development, "cuya actividad es la Inteligencia Empresarial". Según el documento que las empresas de Villarejo entregaron a BBVA en 2007, el grupo empresarial ostenta el 100% del capital de esta sociedad y "sus ventas anuales previstas eran de 1.800.000 a 200.000 euros". 

Otras de las mercantiles filiales era Ser. Investigación y Detección, participada por Cenyt al 65% y  dedicada a la "consultoría de investigación", con unas ventas anuales previstas de 800.000 a 1.000.000 euros. Por último, el entramado de Villarejo también entró en el sector de la construcción y explotación de parques temático con Ciudad Al Mansur, de la que Cenyt disponía el 100%. Fuera de España, el comisario jubilado contaba inversiones que aparecían computadas por un valor de 10.500.000 euros en el documento entregado por su socio a BBVA y que consistían en "12.ooo recalificados en República Dominicana, un castillo palacio con 25.000 metros y otros inmuebles en Montevideo (Uruguay)".

Nuevos interrogatorios

Con toda esta información, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6, Manuel García Castellón, ha señalado para mediados del próximo mes de febrero los interrogatorios como testigos de los empleados de BBVA que tuvieron conocimiento o relación con las cuentas que Cenyt en una oficina de la calle Orense de Madrid, cercana a la emblemática Torre Picasso donde se encontraban las oficinas del comisario. El objetivo de estas comparecencias es aclarar hasta qué punto el banco tenía conocimiento de que el comisario jubilado José Manuel Villarejo estaba al frente del Grupo Cenyt. La primera cuenta se abrió en diciembre de 2004, unos días después de que las empresas del agente encubierto fueran contratadas por primera vez por BBVA para frenar el intento de asalto de Sacyr Vallehermoso en el consejo de administración de la entidad. 

Las siguientes aperturas tuvieron lugar a partir de 2007, con motivo de la "reactivación" de la relación, después de que Corrochano concertara una entrevista entre el comisario jubilado y el entonces director de zona de la entidad y la responsable de la sucursal para tratar un asunto relacionado con "algunos proyectos" que Villarejo "tenían en cartera", según indica el informe interno que obra en el sumario de la causa. En dicho encuentro, el expolicía "expuso su relación con BBVA y la lógica reciprocidad en el sentido de que si el banco era cliente suyo, lo lógico es que ellos tuvieran una relación más estrecha con el banco". 

Tras la aparición de las discusiones por el supuesto "engaño" del que Cenyt acusó a BBVA, el informe redactado en 2011 por el empleado del banco subraya que la relación comercial entre dicha sociedad y la oficina en la que se abrieron las cuentas se había mantenido "hasta la actualidad con total normalidad", incluso formalizando numerosos contratos como "cuentas en divisa, cuentas corrientes, tarjetas y depósitos a plazo por importes elevados". De hecho, destaca que Redondo, quien fue el principal interlocutor por parte del entramado del comisario jubilado, informó del inicio de un nuevo negocio en Málaga y "quería contar con BBVA como banco de referencia para el mismo".

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