Villepin denuncia la influencia de Sarkozy en los testigos del caso Clearstream

  • París.- El ex primer ministro francés Dominique de Villepin y uno de los acusados en el juicio por el escándalo Clearstream denunció hoy la influencia que ejerce en algunos testigos el presidente francés, Nicolas Sarkozy, por el hecho de ser acusación particular en ese proceso.

París.- El ex primer ministro francés Dominique de Villepin y uno de los acusados en el juicio por el escándalo Clearstream denunció hoy la influencia que ejerce en algunos testigos el presidente francés, Nicolas Sarkozy, por el hecho de ser acusación particular en ese proceso.

"Hay testigos que no se atreven a decir todo lo que saben, hay testigos que dicen un poco más de lo que saben e incluso hay testigos que no se atreven ni a presentarse ante el tribunal", denunció el ex primer ministro en un vídeo colgado en su página web.

La presencia del jefe del Estado en este proceso "pesa", insistió De Villepin, tras calificar de "inaceptable" el hecho de que Sarkozy cuestionara su presunción de inocencia cuando el miércoles, en una entrevista televisada, utilizó el término de "culpables" cuando se refirió a los acusados en el juicio por el caso Clearstream.

En su opinión, el jefe del Estado tiene la obligación de ejercer toda la "cautela" que le exige el cargo en este tipo de cuestiones.

La defensa de De Villepin cuestiona el hecho de que Sarkozy se haya personado como acusación particular en este proceso, argumentando que por el hecho de ser el jefe del Estado puede ejercer presiones sobre la justicia.

Sarkozy dejó claro que no está dispuesto a retirarse del proceso, alegando que todavía no era presidente cuando tomó la decisión de hacerlo tras la aparición de su nombre en unos listados falsos de personalidades políticas, industriales y de medios de comunicación a los que se quiso vincular con el cobro de comisiones ilegales.

Los hechos que se juzgan desde el pasado lunes en este caso se remontan a comienzos 2004, cuando Villepin -entonces ministro de Exteriores- encargó una investigación a un general de los servicios secretos sobre unos listados de decenas de personas titulares de cuentas en la sociedad de pagos luxemburguesa Clearstream.

Villepin no advirtió a Sarkozy, que también era ministro en ese momento en el Gobierno del presidente Jacques Chirac, de lo que hacía y de que su nombre estaba en los famosos listados, que pronto se demostró que eran falsos y habían sido objeto de una falsificación.

El actual jefe del Estado se querelló cuando todo salió a la luz, con el argumento de que los responsables del escándalo habían intentado manchar su nombre para impedir que pudiera acceder a la presidencia de la República.

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