¿Vino de El Bierzo tempranillo en China? Así se hizo el timo de la operación Baco

  • La Guardia Civil pone fin a una organización delictiva dedicada al embotellamiento y venta de vino de manera masiva y fraudulenta.
REgistro Bodegs
REgistro Bodegs

¿Vino con denominación de origen El Bierzo con uva tempranillo?  Esta es la pregunta que se hizo un bodeguero español de visita en China al encontrarse una botella donde así lo indicaba. Sorprendido por el tipo de uva, llamó a la D.O., donde le indicaron que no podía ser. Esa uva no puede llevar el sello de El Bierzo. Automáticamente se inician unas pesquisas que han acabado con la detención de cuatro personas en el  marco de la operación 'Baco 2019' y con otras seis investigadas. 

La Guardia Civil ha puesto fin por ahora -la investigación sigue abierta- a una organización delictiva dedicada al embotellamiento y venta de vino de manera masiva y fraudulenta. Hasta dos millones de botellas se han visto afectadas, una parte habría sido consumida y el resto han sido retiradas ya del mercado.  Entre el 70% y el 80%  no han estado a la venta en los supermercados españoles, sino que fueron vendidas en el extranjero, donde los controles sobre la autenticidad del caldo es menor. No estamos ante un caso de vino falsificado, sino de subirlo de categoría sin tener los permisos para  jugar en ella.

Operación Baco de la Guardia Civil
Así ha sido la operación Baco

¿Y cómo lo hacían? Fuentes cercanas a la investigación explican a La Información que la operación se inició en diciembre de 2018 cuando el Consejo Regulador Denominación de Origen Bierzo denunció ante la Guardia Civil irregularidades detectadas en varias contraetiquetas de diferentes vinos. Dichas etiquetas corresponden al plus de calidad que le da a un caldo pertenecer a una denominación de origen, en este caso El Bierzo, o tener un IGP como el que lucían las de la estafa en cuestión de Vino de la Tierra de Castilla y León... sin serlo.

La presidenta del Consejo Regulador de la D.O. de El Bierzo avisa: "No es fácil salirse con la suya". Ellos están también muy pendientes de que todos los vinos que lleven su etiqueta no sufran daño y para ello un equipo se dedica de forma periódica de patear los supermercados en busca de cualquier irregularidad.  En los cinco años que lleva al frente es el primer caso de fraude al que se enfrenta "porque no es algo común". 

En esta ocasión se trataba de vino a granel comprado en zonas de España donde es más barato para embotellarlo de forma fraudulenta y venderlo a un precio superior al invertido. En este caso el precio en el mercado no era desorbitado (unos tres euros), alejándose así de los más sibaritas que con una cata son capaces de cuestionar la botella. Pero hasta su precio llamaba la atención por considerarse bajo para "un vino de semejante calidad". 

Una vez se interpone la denuncia, los agentes realizaron numerosos controles del vino y detectaron varias empresas relacionadas con el sector que, de manera organizada, "embotellaban y ponían en el mercado vino de manera fraudulenta e ilegítimamente". El comprador se degustaba un vino por el que no había pagado demasiado y que cumplía con sus expectativas de sabor pensando además que pertenecía a una cosecha de prestigio. 

Cuando una bodega presenta su cosecha el consejo regulador le otorga una serie de etiquetas en las que aparece un número personal e intransferible para cada una de las botellas que se obtendrán de los litros de vino que se tendrán. En las manipuladas "estos números son inventados o están duplicados". Hay que tener en cuenta, además, que dichas etiquetas tienen unos sistemas de seguridad como si fueran los billetes y "no todas cumplían con esos requisitos". Desde el Consejo están siempre muy pendientes de vigilar "todo aquello que se puede copiar como también pueden ser los precintos". 

Esta operación de la Guardia Civil es una más de todas las que se realizan cada año, bien de oficio o bien a partir de una denuncia, para vigilar toda el área de la alimentación. Así, todos los años ve la luz la operación OPSON, coordinada por Europol e Interpol, contra alimentos y bebidas falsificadas y de baja calidad así como contra los grupos de delincuencia organizada que se dedican a este comercio ilícito. En 2017 se saldó con la incautación de 9.800 toneladas de estos bienes, más de 26,4 millones de litros de bebidas y 13 millones de unidades de alimentos, potencialmente perjudiciales para la salud por un valor estimado de 230 millones de euros. Los productos de consumo aprehendidos en esta operación abarcan desde bebidas alcohólicas, agua mineral, cubos de aderezo, marisco y aceite de oliva hasta productos de lujo como el caviar.

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