Violaciones correctivas para "curar" lesbianas en Perú

"Te voy a mandar violar para que te hagas mujercita" o "tienes que probar un buen varón" son algunas de las frases que la peruana Kattia Montenegro tenía que escuchar de boca de su hermana por ser lesbiana. Por aquel entonces Montenegro no había hecho pública su orientación sexual pero su hermana sabía que le gustaban las mujeres y la amenazaba con una violación "correctiva" que la "enderezaría".

Un reportaje publicado este viernes por la periodista Leire Ventas en 'BBC Mundo' denuncia que el caso de Montenegro no es un caso aislado. En Perú existe la creencia de que mantener relaciones sexuales con un hombre puede rectificar la orientación sexual de las mujeres homosexuales. Este tipo de prácticas no se ven reflejadas en las encuestas sobre violencia en el país.

"Lamentablemente es una práctica que tiene cierta recurrencia", aseguró a este medio Margarita Díaz Picasso, la directora general de Igualdad de Género y No Discriminación del Ministerio de la Mujer y Publaciones Vulnerables de Perú. María Isable Cedano, directora de la Organización Estudio para la Defensa de Derechos de la Mujer, afirma que los casos no están documentados y que "no es usual denunciar, pero los vengo escuchando desde 2005".

Sin embargo, un estudio reciente del Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos y la Red Peruana TLGB, ha puesto este asunto de nuevo sobre la mesa. El informe no aporta cifras exactas al tratarse de un tema tan silenciado, aunque sí aporta testimonios en de mujeres que han sufrido este problema de primera mano."Quería 'curarme' a la fuerza".

"Quería 'curarme' a la fuerza" señaló una de las víctimas refiriéndose a un amigo íntimo de la familia que la forzó a tener relaciones sexuales con ella para que "se volviera" heterosexual. Carmina (nombre falso) estaba sola en casa cuando apareció este hombre, "alguien a quien tratábamos como si fuera un pariente y al que le tenía confianza", relata. "Me decía que no estaba bien 'ser como eres' y que 'una mujer que llora por otra no es correcto'".Ella prefirió olvidar. Pero unos meses más tarde "se materializaron mis miedos: estaba embarazada".

Marxy Condori, una activista pro-derechos de los homosexuales, relata una historia similar. Según cuenta, una amiga lesbiana fue violada por su propio tío "para hacerla mujer". "La mamá le decía que no denunciara porque era su tío. Y nosotros le decíamos que si no denunciabla podía volver a pasar, que su familia no podía presionarla", cuenta.

Y es que, la mayoría de los casos de este tipo de agresión suele proceder del entorno familiar o cercano tal y como detalla el informe. Según algunas estadísticas 4,3 lesbianas de cada 10 ha sufrido violencia familiar y el 22% de ésta es sistémica. Las familias utilizan el control emocional, económico e incluso la amenaza de violencia sexual o de muerte para "enderezar" a las homosexuales.