Viri Fernández, la mejor costumbre de Rajoy

  • Ángel A. Giménez.

Ángel A. Giménez.

Madrid, 21 nov.- Mariano Rajoy es un hombre de costumbres, pero la que más le gusta es su mujer, Elvira Fernández, más conocida por Viri. Discreta, tanto o más que su marido, elegante y sobria es quien mejor conoce al próximo presidente del Gobierno y su apoyo fundamental en el día a día.

De 46 años, diez menos que Rajoy, natural de Pontevedra como su marido, Viri no se prodiga mucho en los medios de comunicación y verdaderamente le cuesta ser el foco de los periodistas cuando acompaña a su marido a un acto público.

A veces, a instancias de la directora de comunicación del PP, Carmen Martínez Castro, buena amiga suya, se acerca a charlar con los informadores, pero, más que hablar, ella se dedica a escuchar, porque ella prefiere recibir las palabras, no pronunciarlas, quedarse en el segundo plano.

Quienes hacen información del PP intuyen el carácter de Viri más por Rajoy que por la propia Viri, como por ejemplo que se quedó viendo el debate televisado con Alfredo Pérez Rubalcaba junto a su hijo mayor y que llegado un momento, mediado el cara a cara, mandó a Mariano junior a la cama.

A la mujer de Rajoy no le gusta que sus hijos se impliquen emocionalmente con la actividad de su padre.

Incluso a ella no le gusta demasiado, aunque no puede evitar pedir una foto con su marido si ambos salen bien.

Pero ahora esa distancia con la vena política de su pareja no la podrá mantener tanto; de hecho, ha pedido un permiso en la empresa en la que trabaja, Telefónica -ella es licenciada en Empresariales-, para estar de baja durante una temporada.

Ayer mismo estuvo en el balcón de la sede del PP y hasta se permitió dar un bote cuando el gentío se lo pidió. Seria, aunque visiblemente satisfecha, la mujer de Rajoy acompañó ayer a su marido en la alegría con la misma discreción con la que le acompañó en 2008, entonces en medio de la tristeza por la derrota.

Llega ahora todo el proceso de mudanza al Palacio de La Moncloa y aunque se ha especulado con que Rajoy intentaría evitar el traslado, parece evidente que la familia se instalará en la residencia presidencial, más que nada por una cuestión de seguridad, dicen en el entorno del líder del PP.

Viri y Mariano se conocieron en Pontevedra, y tras cuatro años de noviazgo, se casaron en la isla de La Toja. Tienen dos hijos de 12 y de 8 años, Mariano y Juan.

La familia vive en un adosado del distrito madrileño de Aravaca, y sólo perturban la calma del barrio residencial en el que viven cuando Rajoy, a veces con su mujer al lado, sale a dar esas largas caminatas mañaneras por un parque cercano.

Cuando el líder del PP está en casa, que suele ser los domingos, el matrimonio hace deporte, acompaña al primogénito a sus partidos de fútbol, toman un aperitivo y comen juntos, muchas veces con la familia de él o de ella.

Mariano y Viri son así, un matrimonio de costumbres que pasan desapercibidas. Como a ellos les gusta.

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