El Gobierno estudia un recargo en el IBI entre el 75 y el 200% por vivienda vacía

El Gobierno de coalición ha acordado establecer un recargo en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) de hasta el 200% por cada vivienda vacía durante los últimos dos años. Los ayuntamientos tendrán a su alcance este gravamen extraordinario que busca movilizar los inmuebles sin ocupar dentro del paquete de medidas incluidas en la futura Ley de Vivienda. Lo que se está negociando ahora es el porcentaje final de ese recargo y es ahí donde han surgido discrepancias, unas diferencias que son aún más amplias en la regulación de los alquileres y que están retrasando una norma estatal que, según el pacto que acompañó a los Presupuestos, debería haber sido aprobada en Consejo de Ministros en enero. Son ya tres meses de retraso.

El rango de las propuestas aún es amplio. Según ha sabido La Información, el equipo negociador del PSOE propone un incremento del 75% en el IBI por vivienda vacía a partir de un número de propiedades, mientras que los morados, que llaman a esta medida "impuesto a la vivienda vacía", plantean un gravamen de hasta el 200% en función de ese número de viviendas. El acuerdo, ya cerrado, es fijar el límite en cuatro inmuebles sin ocupar por propietario . A partir de esa cifra Unidas Podemos propone ir incrementando el porcentaje hasta el citado 200% para los grandes tenedores, es decir, bancos y fondos de inversión.

El acuerdo para cerrar la Ley de Vivienda aún está muy lejanos, según coinciden fuentes de ambos equipos. Este martes, mientras Sánchez presentaba el Plan de Recuperación que se aprobará la próxima semana, se producía una nueva reunión entre el secretario general de Agenda Urbana y Vivienda, David Lucas, y la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra. Era el primer encuentro desde que Belarra ascendió al Consejo de Ministros. Para avanzar en una cifra concreta en ese recargo del IBI, los negociadores han acordado incorporar a un equipo del Ministerio de Hacienda, indican fuentes implicadas en las conversaciones.

El acuerdo, ya cerrado, para el recargo del IBI es fijar el límite en cuatro inmuebles sin ocupar por propietario

En la propuesta del Ministerio de Transportes se considera que una "vivienda vacía" es aquella que esté desocupada durante más de dos años sin causa justificada. Entre las causas que sí que justificarían que un inmueble esté desocupado se encuentran el traslado temporal del dueño por trabajo o formación, el cambio de domicilio por situación de dependencia, salud o emergencia social o si el inmueble se encuentra en obras, pendiente de una resolución judicial o si es usada por el dueño como segunda vivienda y, en ese caso, lleva desocupada al menos cuatro años.

El departamento de Justicia también está participando en las negociaciones para cerrar un acuerdo en materia de desahucios. Se ofrecerá una alternativa habitacional a las familias vulnerables, con dotaciones de realojamiento, "ya sean municipales, autonómicas, las previstas con recursos del Estado o las que puedan acordarse con el resto de administraciones o con el sector privado, evitando situaciones de desamparo como consecuencia del desalojo". Siempre, eso sí, con "criterios objetivos". 

Continúan las diferencias en la limitación de los alquileres

El principal escollo de la negociación de la Ley de Vivienda se encuentra en la regulación de los alquileres y aquí las posturas se encuentran aún alejadas, según admiten ambos negociadores. Desde Unidas Podemos exigen al PSOE cumplir con el acuerdo de Gobierno y el anexo de los Presupuestos y limitar las subidas abusivas en las zonas tensionadas mientras que los socialistas siguen apostando por beneficios fiscales. 

Ocurre lo mismo, indican fuentes del equipo de Belarra, respecto a la responsabilidad de los grandes propietarios de vivienda, ya que "el PSOE continúa sin aceptar la propuesta de Unidas Podemos de que estos destinen al alquiler social el 30% de su parque" total.

La Ley de Vivienda estatal se configura, de esta forma, en el gran escollo en la coalición. La salida de Pablo Iglesias del Consejo de Ministros y el ascenso de Yolanda Díaz no ha reblandecido una negociación que continúa encallada y que no tiene visos de solución sencilla. Los diferentes equipos apuntan que esta cuestión, como tantas otras, sólo se solucionaría al más alto nivel. Aún está pendiente la primera reunión presencial entre Pedro Sánchez y la vicepresidenta tercera, aunque ya han estado negociando vía telefónica.