El PSOE gana las elecciones en Andalucía, con un 34,77 % de los votos y 25 diputados (con el 76 % del voto escrutado), mientras Ciudadanos supera al PP en número de votos por primera vez en la comunidad, con un 17,51 %, aunque ambos empatan con 11 diputados. Unidas Podemos obtendría nueve escaños y Vox cinco diputados en Andalucía.
El PP se sitúa en un 16,98 % y pierde doce diputados en la comunidad, frente al 14,24 % de Unidas Podemos, que se deja dos, y el 13,23 % de Vox.
En 2016, el PP arrebataba al PSOE su feudo, Andalucía. Los populares se hacían con 23 diputados en la comunidad andaluza y un 33,56%. El PSOE caía en votos y diputados, con el 31,24 % de los votos cayendo a 20 representantes en el Congreso.
Unidos Podemos conseguía 11 representantes y el 18,56 % de los votos. Ciudadanos, por su parte, se quedaban con 7 diputados y el 13,58 % de los votos.
Cómo se elige a los diputados
El Congreso se compone de 350 diputados que representan las 52 circunscripciones españolas, según la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG).
Esta ley establece que Ceuta y Melilla disponen de un diputado cada una, mientras que el resto de circunscripciones tienen asignados dos diputados como mínimo según la población empadronada. Esto hace que Madrid y Barcelona sean las circunscripciones con más diputados (36 y 31, respectivamente) y Soria la provincia con menos, los dos de asignación mínima.
Para el cálculo se utiliza la ley D'hondt, un sistema de cálculo proporcional creado a finales del siglo XIX por el jurista belga Victor D'Hondt.
En cada circunscripción se excluyen de los cálculos las candidaturas que no han obtenido, como mínimo, el 3% de los votos válidos emitidos. El resto de las candidaturas, se ordenan de mayor a menor, en una columna, las cifras de votos obtenidos.
Se divide el número de votos obtenidos por cada candidatura por 1, 2, 3, etc, hasta un número igual al de escaños correspondientes a la circunscripción. Los escaños se atribuyen a las candidaturas que obtengan los cocientes mayores, atendiendo a un orden decreciente.
Además de en España, se utiliza en otros países como Argentina, Francia, Bélgica, Finlandia, Irlanda, Israel o Japón.
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