Vox nació en 2013. Lo fundó Santiago Abascal, que se marchó del PP por la connivencia con los nacionalistas de la formación que lideraba Mariano Rajoy. Desde entonces, a su alrededor, conformó un reducido núcleo de dirigentes que le siguen acompañando desde entonces. Han estado durante estos años de travesía por el desierto antes de irrumpir con doce escaños en el Parlamento de Andalucía y de este 28-A. Y eso que no son profesionales de la política, sino que han compatibilizado su actividad profesional con la del partido. Son funcionarios, trabajadores por cuenta propia, asalariados... Hay de todo. Ellos son la 'guardia pretoriana' de Abascal.
La persona más cercana a Abascal es, sin duda, Javier Ortega Smith. Militar de profesión (formó parte de los Grupos de Operaciones Especiales, GOES, los conocidos como "boinas verdes" del Ejército) y abogado se ha hecho más conocido por ser el representante de Vox en el juicio del 'procés' y por haberse convertido en el principal negociador con el PP para desatascar el Gobierno en Andalucía. Ahora, además de número dos al Congreso, será el candidato al Ayuntamiento de Madrid.
Bajando en el escalafón, el vicepresidente primero de Vox es Víctor González Coello de Portugal. Su papel a la hora de elaborar el programa económico de la formación ha sido determinante. Tiene una empresa a la que dedica una gran parte de su vida cotidiana. En concreto, es consejero delegado de MPR, una firma de inversión que localiza para sus clientes oportunidades en los sectores inmobiliario, industrial, energético y de capital de riesgo.
Una trayectoria similar es la de Pablo Sáez Alonso-Muñumer, que también tiene su propia empresa y, a la vez, ejerce de vicepresidente tercero de Vox. Es cabeza de lista por Valladolid. Ha estado 17 años trabajando en Aon como responsable de su equipo financiero y antes formó parte de KPMG.
Mención aparte merece su vicepresidenta segunda, Mazaly Aguilar. Fue jefa de gabinete de Ignacio Sánchez Galán cuando era consejero delegado de Airtel, justo antes de dar el salto a Iberdrola. La dirigente de Vox y habitual de las tertulias de televisión y radio trabajó durante casi trece años en la compañía de telecomunicaciones y vivió en primera persona su reconversión a Vodafone. Desde los inicios de Vox es una fiel sombra de Abascal en una buena parte de sus actos públicos.
En la cúpula de Vox predominan los perfiles empresariales. Otro de sus dirigentes más destacados es Iván Espinosa de los Monteros, considerado una pieza clave en su estrategia como responsable de Internacional. Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales en Icade, ha vivido, trabajado y estudiado en Estados Unidos. La empresa es su mundo, donde se ha ganado la vida, hasta este domingo. De hecho, tuvo que dejar su cargo de secretario general para dedicarse a su labor profesional en la promotora inmobiliaria Primium, donde es socio director. Es abonado del Real Madrid.
Algo similar ocurre con Rocío Monasterio, vicesecretaría de Acción Social de Vox y que es la candidata a la Comunidad de Madrid. Es arquitecta y trabaja también para Primium diseñando viviendas y oficinas. Un perfil similar es el que tiene Rafael Bardají, vocal del Comité Ejecutivo Nacional que cuenta con su propia empresa de geoestrategia, World Wide Strategy; y Andrés Porta, el tesorero, que también tiene su propia compañía.
La cúpula de Vox la completan algunos integrantes que son funcionarios o se dedican a labores docentes. Es el caso de Antonio de Miguel, vicesecretario de Formación, y que es profesor. O Alicia Rubio, vicesecretaria de Movilización, y que es profesora de un instituto público en Madrid.
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