El cordón sanitario a Vox falla: logran una vicepresidencia ayudados por el PSOE

Vox, fuera de la Mesa: la relación con el PP embarra y triunfa el cordón sanitario
Vox, fuera de la Mesa: la relación con el PP embarra y triunfa el cordón sanitario
José González

Vox entra en la Mesa del Congreso y lo hace con la colaboración indirecta del PSOE. Los 52 diputados de la formación liderada por Santiago Abascal han sido suficientes para poder tener un puesto en el órgano de gobierno de la cámara baja, la vicepresidencia cuarta para Ignacio Gil Lázaro, y eso ha provocado el primer encontronazo con el PP, el partido al que están apoyando en más de veinte instituciones entre ayuntamientos y Comunidades Autónomas. La relación queda herida desde el principio de esta XIV legislatura y hace peligrar acuerdos en varios territorios donde los gobiernos de PP y Cs necesitan a Vox para sacar adelante los presupuestos del próximo año.

¿Qué es lo que ha ocurrido en las votaciones de este martes en el Congreso para que Vox, pese a ser tercera fuerza política, solo obtenga una vicepresidencia de la Mesa? No ha habido negociación con el PP y eso ha sido lo que ha provocado la polémica. Sí han negociado los partidos de centro-derecha, con PSOE y Unidas Podemos al frente, para intentar aplicar un cordón sanitario a los de Abascal, estrategia que finalmente no ha funcionado del todo. Incluso ERC y JxCAT han apoyado este cordón sanitario votando para las vicepresidencias y secretarías a candidatos de Unidas Podemos. 

Pero, curiosamente, es el PSOE el que con su decisión final ha provocado la inclusión de Vox en esa vicepresidencia cuarta. Los socialistas han votado únicamente a su candidato a la vicepresidencia, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, y eso ha motivado que, al no dividir el voto, Vox obtenga representación. Si el PSOE hubiera dividido el voto entre dos candidatos hubiera provocado que la vicepresidencia primera fuera a parar al PP.

Para que Vox entrara en la Mesa del Congreso también podía haber sido necesario que el PP le prestara sus votos. Pero en la ecuación que planteaban los de Casado se incluía Cs. Vox se negó a participar en un reparto con la formación liderada ‘en funciones’ por Inés Arrimadas y dejó claro desde el principio que no obtener dos puestos en la Mesa era considerado por ellos como “un insultó”.

Así explica el PP por qué no quiso votar con Vox: “En cada votación para la Mesa, los 350 diputados de la Cámara eligen cuatro puestos. Por tanto: 350/4=87,5 diputados por puesto. Eso es lo que da derecho sin ayudas de otro partido a un puesto. Vox tiene 52 y necesita pactar para estar en la Mesa. Si no se llega por uno mismo, es imprescindible alcanzar acuerdos”. Consecuencia: “El PP ha puesto sus 89 diputados junto a los dos de Navarra Suma a disposición de Cs y Vox para tener cuatro puestos en la Mesa. La negativa de Vox ha impedido el acuerdo por España”.

Vox tiene otra visión de lo sucedido. El partido de Abascal pedía dos puestos en la Mesa porque considera que quintuplicando en escaños a Cs no pueden tener la misma representación. Sabían que se jugaban quedar fuera del órgano, pero apostaron fuerte. Incluso llegaron a apoyar en la segunda votación para la presidencia a Ana Pastor, demostrando que ellos no tienen ningún veto hacia los populares. 

La cúpula de Vox en el Congreso
La cúpula de Vox en el Congreso / José González

La Mesa del Congreso queda finalmente conformada con Meritxell Batet como presidenta (ha logrado 166 apoyos en la segunda votación). El PSOE, con 120 diputados, tendrá dos puestos más: un vicepresidente (Gómez de Celis) y una secretaria (Sofía Hernanz). Unidas Podemos contará también con un vicepresidente (Gloria Elizo) y un secretario (Javier Sánchez Serna). El PP también tendrá dos (la vicepresidencia de Pastor y Adolfo Suarez como secretario). El último puesto de secretario es para Gerardo Pisarello. 

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