Willy Toledo denuncia agresiones a su regreso a El Aaiún como observador

Santa Cruz de Tenerife.- Medio centenar de activistas saharauis recibieron con cánticos y consignas políticas al actor Willy Toledo a su llegada al aeropuerto de Los Rodeos (Tenerife), donde relató las agresiones a las que fueron sometidos los observadores españoles en su estancia en El Aaiún por parte de la policía de Marruecos.

El actor canario, después de servir de "escudo humano" a una veintena de activistas saharauis que se desplazaron a Argel para asistir a la Conferencia Internacional sobre el Sahara Occidental, aseguró que a su regresó, él, sus compañeros y los activistas fueron golpeados y pateados por agentes marroquíes.

"A pesar de las agresiones hemos conseguido varías victorias, la primera es que los activistas rellenarán su ficha policial de entrada a El Aaiún como ciudadanos del Sahara y no de Marruecos", eso nunca había pasado", afirmó.

Tras restar importancia a la lesión que sufrió en un dedo por culpa de los golpes que recibió en el aeropuerto, denunció la violenta agresión que sufrió la activista Sultana Khaya por llevar en la muñeca una pulsera con la bandera del Sahara.

"Sultana les dijo a la Policía que antes se quitaba la vida que la pulsera, porque ellos eran los ocupantes y tenía derecho a llevar la bandera de su país en su país", afirmó el acto.

"Al final, después de mucha tensión, los policías cortaron con un cuchillo la bandera sahariana de Sultana", añadió.

"También estuvimos protegiendo las casas de los activistas en su reencuentro con sus familias, aparecieron unos 200 agentes que nos insultaban, golpeaban y escupían pero no les dejamos entrar a las casas", afirmó eufórico el actor.

"Gracias a nuestra presencia ahí no hubo agresiones, porque cuando no hay observadores internacionales, les agreden, les acosan y torturan", aseveró.

También destacó como "éxito" la nueva forma que tienen los jóvenes saharauis de luchar por su independencia, protestar de forma pacífica ante el desconcierto de la Policía.

"Son jóvenes entre 15 y 20 años que un día, de repente, llegaron al exterior de las casas sin banderas, sin pancartas, sólo llevaban un cinta adhesiva en forma de cruz en la boca; la policía no sabía que hacer y se quedó parada", relató Toledo.

Willy Toledo, interrumpido de vez en cuando por los aplausos de los activistas canarios que le recibieron en el aeropuerto, denunció que todas las agresiones había sido reales y que las tenía graba en su móvil, "hasta que se tiraron encima de mi varios policías y me lo quitaron a la fuerza", concluyó.