Yatseniuk, el sobreviviente político de una Ucrania convulsa

  • Arseni Yatseniuk, confirmado hoy como primer ministro de Ucrania a la edad de 40 años, es el único de los tres líderes de la revuelta de febrero pasado que se mantiene en primer plano tras meses de sangriento conflicto armado con los rebeldes prorrusos en el este del país.

Kiev, 27 nov.- Arseni Yatseniuk, confirmado hoy como primer ministro de Ucrania a la edad de 40 años, es el único de los tres líderes de la revuelta de febrero pasado que se mantiene en primer plano tras meses de sangriento conflicto armado con los rebeldes prorrusos en el este del país.

"Hacer historia es difícil y complejo. Sobre nuestros hombros ha recaído una tarea histórica: conservar el Estado y recuperar la independencia", dijo Yatseniuk hoy, instantes antes de ser investido primer ministro por la nueva Rada Suprema (Parlamento) de Ucrania.

Yatseniuk, que ya estaba al frente del Gobierno desde la revuelta que en febrero causó la dimisión del presidente Víktor Yanukóvich, pertenece a un grupo de los tecnócratas más intransigentes de Ucrania, que abogan por la senda europea para un país sumido en una crisis sin precedentes en su historia postsoviética.

Sus compañeros de trincheras durante la revolución del Maidán (plaza de la Independencia de Kiev) -Vitali Klitschkó, líder del partido UDAR (Golpe), y Oleg Tiagnibok, del partido ultranacionalista Svoboda (Libertad)- pasaron a un segundo plano cuando no perdieron toda relevancia política.

Klitschkó, campeón de los pesos pesados de boxeo, se ha convertido en alcalde de Kiev, mientras que Tiagnibok sigue al frente de una formación que ni siquiera ha logrado entrar en el Parlamento en las últimas elecciones legislativas, el 27 de octubre.

El Frente Popular de Yatseniuk, mientras tanto, logró una contundente victoria en esos comicios dejando atrás al Bloque Petró Poroshenko del presidente ucraniano en la votación por listas de partidos.

El partido del presidente tuvo que valerse de las victorias que cosecharon sus candidatos en las circunscripciones mayoritarias para conformar el grupo parlamentario con más escaños en la Rada.

Yatseniuk, que cursó estudios en una escuela especializada en inglés y se licenció en Derecho, se lanzó a la vida política en 2001 como ministro de Economía de la república autónoma de Crimea, de mayoría rusoparlante (y anexionada por Rusia en marzo pasado).

Seguidamente, fue invitado al Banco Nacional de Ucrania, donde ejerció primero como vicepresidente y luego como presidente durante más de dos años, en particular durante la tumultuosa Revolución Naranja (2004), en la que logró evitar la devaluación de la moneda nacional, la grivna.

Durante sus primeros 18 meses en el banco emisor, Yatseniuk estuvo a las órdenes de Serguéi Tiguipko, jefe de campaña de Yanukóvich durante las polémicas elecciones presidenciales de noviembre de 2004.

Un año más tarde, con apenas 31 años, fue designado ministro de Economía en el Gobierno que asumió el poder tras la destitución como primera ministra de Yulia Timoshenko, la heroína de la Revolución Naranja.

Menos de un año después el Ejecutivo fue destituido y, tras una pausa de varios meses, Yatseniuk pasó a trabajar para el presidente Víctor Yúschenko, cada vez más enfrentado a sus antiguos aliados "naranjas".

Entre marzo y diciembre de 2007, el hoy primer ministro pudo hacer uso de su dominio de la lengua inglesa al ejercer como ministro de Asuntos Exteriores, lo que le dio la oportunidad de reunirse con la entonces secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, abiertamente enfrentada al Kremlin.

La trayectoria ascendente de Yatseniuk culminó cuando fue nombrado presidente de la Rada Suprema, puesto que ostentó hasta que el opositor Partido de las Regiones de Yanukóvich decidió utilizar su mayoría parlamentaria para lograr su defenestración.

Entonces, decidió fundar su propio partido, el Frente de Cambios, y rechazó alianzas con el propio Yúschenko con vistas a las presidenciales de 2010, ganadas a la postre por Yanukóvich.

En 2012 decidió forjar un bloque para las parlamentarias de octubre de ese año con Batkivschina (Patria), el partido de Timoshenko, que ya había sido condenada a siete años de cárcel por abuso de poder.

Durante esos años se granjeó fama de político íntegro y poco dado al populismo, aunque falto de carisma, lo que le valió el liderazgo del partido Batkivschina, desde el que pidió insistentemente la liberación de Timoshenko.

Mostrar comentarios