"Una recuperación lenta y sostenida" es la explicación que ha repetido el presidente Zapatero durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados, al que ha acudido a petición de la oposición para dar explicaciones sobre el paro en nuestro país, intervención que ha comenzado con un repaso de las medidas tomadas por el Ejecutivo para fomentar la recuperación económica y, en consecuencia, combatir el auge del paro. Eso sí, ha reconocido que se tardará en crear empleo "como deseamos".
En palabras del presidente, que ha destinado prácticamente una hora a su intervención, el paro es "la prioridad entre las prioridades" ya que "ha alcanzado una cifra inasumible". Zapatero ha querido "asumir toda la responsabilidad en la lucha contra el paro", porque el Gobierno "es responsable ante los ciudadanos" y ante lo que no parará "ni un solo día" porque la crisis ha evidenciado las "debilidades de la economía española, como el déficit en formación".
Sin embargo, Zapatero ha mandado un mensaje claro al resto de grupos de la Cámara: la responsabilidad de lo sucedido es suya, pero de todos depende superar la crisis. "La responsabilidad ni es ni debería ser del Gobierno", ha dicho al respecto, "cada cual debe evaluar la responsabilidad que le corresponde".
Austeridad, reformas y cohesión social
Zapatero ha insistido en el objetivo de la austeridad para combatir el déficit público, motivo por el cual "España fue de los primeros países en retirar las medidas de estímulo", pero ha negado que el Ejecutivo empezara a tomar medidas ante la crisis en mayo, con los drásticos recortes anunciados entonces. En este sentido, el presidente se ha comprometido a reducir el déficit en 33.000 millones de euros durante 2011, de los que dos tercios del total corresponderán a la Administración Central.
En un segundo bloque de iniciativas descritas por el presidente, el Gobierno reformará "el aparato productivo con un ambicioso paquete de medidas", algo que se empezó a hacer con el proceso de privatización de las cajas, "la mayor reforma financiera de nuestra democracia", y que está cristalizando con la integración entre distintas entidades "que deberán terminar antes de final de año".
"La primera labor que he encomendado al nuevo Gobierno es concluir las reformas previstas", destacando dos, "la de las pensiones y la del mercado de trabajo", dos de las iniciativas más polémcias que quedan pendientes al Ejecutivo. "Este compromiso no tiene marcha atrás", ha dicho, aduciendo la pervivencia del sistema de pensiones para los más jóvenes, la confianza en nuestra economía y la "cohesión social" y ha hecho un llamamiento "a la responsabilidad de los grupos" porque "al Gobierno le gustaría sentirse acompañado".
Zapatero ha terminado su intervención apuntando los deberes del Ejecutivo en el mes y medio que queda antes de terminar 2010: cumplir el plan de ajuste del sector público, liquidando 14 empresas y fusionando otras 24 para reducir 450 puestos en consejos de administración, aprobar el plan integral de política industrial contenido en la Ley de Economía Sostenible y buscar más acuerdos en materia energética con el PP que, como ha reconocido, "no ha dado todavía los frutos esperados".
Y, aunque no ha habido grandes anuncios, ha dicho que el Ejecutivo pondrá en marcha dos medidas de estímulo para las empresas: liberar la cotización de las empresas "de pequeño tamaño" hasta 2015 y "exonerar de tributación la ampliación de capitales en el impuesto de sociedades" para todas las empresas.
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