Cloud 2.0: Tecnología inteligente para cambiar el mundo

La pandemia de la Covid-19 ha acelerado la demanda de servicios smart, que encabezarán la cuarta revolución industrial.

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La vida en la nube y el paradigma de “siempre online” son ya una realidad. La tendencia de crecimiento de la nube 2.0 se ha acelerado debido al contexto de la pandemia, y tecnologías como la Inteligencia Artificial (AI, por sus siglas en inglés), el Internet de las Cosas (IoT) y el 5G se presentan como protagonistas de la cuarta revolución industrial.

En este escenario, los gobiernos y las empresas se encuentran con una necesidad de mejora y desarrollo de nuevas capacidades, en las que prima la iteración rápida, la innovación a gran escala y la adaptabilidad a contextos cambiantes. ¿Cómo se pueden utilizar estas tecnologías para mejorar la productividad y para favorecer el crecimiento de nuevos negocios?

Hacia un cambio de paradigma digital

Una de las compañías tras estos retos y oportunidades es Evolutio. Sergio Rivero, responsable de desarrollo de productos Cloud, experiencia digital, analítica e inteligencia artificial de la compañía destaca algunos puntos imprescindibles de esta nueva realidad. “El 5G es un habilitador clave para la digitalización, especialmente en aquellas áreas donde la latencia o la seguridad son muy relevantes”, explica. “Esto se aplica en entornos en tiempo real de Internet de las Cosas (IoT), por ejemplo, en el Coche Conectado y Autónomo, en el IoT industrial o incluso en sectores mucho menos digitalizados, como el primario”, enumera.

Según el experto, el 5G liberará todo su potencial “en la digitalización de procesos y entornos en los que, hoy por hoy, no está siendo posible hacerlo, o al menos no a un ritmo acelerado”. Las tecnologías inteligentes desarrolladas gracias a este avance propiciarán, tal y como apunta David Cáceres, CTO de la unidad de Cloud e IA de Huawei España, “un desarrollo sostenible basado en ciudades inteligentes, en transformación digital de grandes industrias y en la mejora de la experiencia del consumidor a nivel mundial, todo ello bajo la premisa de un mondo conectado e inteligente”.

Este cambio de paradigma supone una evolución hacia una economía inteligente, que permita optimizar la cooperación y el rendimiento de la infraestructura TIC, además de mejorar la eficiencia y la calidad en la toma de decisiones. “Las empresas que han sabido aprovechar la ola han encontrado ya maneras más eficientes y ligeras para gestionar sus operaciones, sus procesos y empleados, a la vez que han generado nuevos canales de consumo de servicios online, más inmediatos y más masivos”, apunta Rivero.

Las tecnologías inteligentes propiciarán un desarrollo sostenible basado en ciudades inteligentes y transformación digital

Desde Orange España, consolidada como una de las principales compañías de telecomunicaciones en su apuesta por la transformación del tejido empresarial, han resaltado la importancia de la digitalización en la economía: “la conectividad y en especial el 5G serán clave en los próximos años por su contribución a impulsar la tan necesaria recuperación económica, además de suponer también una gran oportunidad para mejorar la productividad y, sin duda, agilizar, facilitar y hacer más eficientes los procesos”, afirma Gonzalo Temes Pelegrín, Manager de Desarrollo de Negocios Digitales de la compañía.

Individuos, hogares, industrias y ciudades estarán conectados en torno a una infraestructura que será la base del mundo inteligente. Esta nueva era Cloud 2.0 se sostiene en cuatro pilares cada vez más sólidos y claves para el desarrollo digital.

Conectividad ubicua

La conectividad es crítica para el desarrollo de la infraestructura digital. Como apunta David Cáceres, “la conectividad es un derecho básico, germen del crecimiento social y económico. Gracias al 5G, esta conectividad será omnipresente y estará constituida por redes que detecten cambios y necesidades en tiempo real, siendo capaces de proveer conexiones inteligentes bajo demanda entre personas y cosas, sirviendo de puente entre mundo digital y el mundo físico”.

Y es que en el proceso de transformación digital que estamos viviendo, la quinta generación de comunicaciones móviles va a suponer un cambio sin precedentes. “El 5G ya se está reafirmando como un gran aliado al facilitar el trabajo en movilidad y garantizar la calidad del servicio en el entorno colaborativo Cloud”, explica Gonzalo Temes.

Según Temes, el 5G es “un avance tecnológico que nos empuja a una era de inmediatez y tiempo real, donde los datos se transmiten y procesan en milisegundos abriendo el camino a un uso más inteligente de los recursos”. Esto, apunta, “fomentará una verdadera transformación para todas las empresas y en todos los sectores”.

“Una conectividad rápida y fiable, así como las aplicaciones de colaboración, se han consolidado como herramientas esenciales para mantener e incluso incrementar la productividad de las empresas permitiendo a sus empleados trabajar de forma sencilla y segura además de poder acceder a los recursos compartidos y a las aplicaciones corporativas con independencia de su ubicación física”, explica el experto, poniendo el foco en el último año, en el que la digitalización ha experimentado una dinamización mayor debido a la pandemia.

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El 5G será una herramienta clave en la cuarta revolución industrial.
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Inteligencia generalizada y segura

La cuarta revolución industrial tiene en la Inteligencia Artificial a su gran aliado para desarrollar todo su potencial. “La inteligencia se integrará en todas las industrias y cambiará la forma en que operan y crean valor las empresas. Esta inteligencia se integrará en todas las fases de todos los procesos de tal forma que sea un elemento omnipresente, aquellos procesos que no se potencien con inteligencia artificial irán desapareciendo paulatinamente dentro de las empresas dado que no serán capaces de adaptarse a las necesidades del servicio. Esta inteligencia también dará lugar a redes más resistentes con mayor seguridad para servicios y datos críticos”, explica David Cáceres de Huawei.

Para hacer posible ese inmenso intercambio de datos, las redes ganarán en resistencia y seguridad. “En un contexto tan abierto como el actual, la ciberseguridad entendida como algo integral es absolutamente necesaria para, por ejemplo, proteger la propiedad intelectual”, apunta Rivero. “La nube es nuestra mejor aliada para imprimir la velocidad necesaria y ganar competitividad, pero no podemos hacerlo sin asegurar unos cimientos absolutamente seguros”.

“La securización de todos los datos, en continuo movimiento entre las distintas plataformas digitales, se convierte en un tema capital, que deberá ser evaluado mediante análisis continuos que permitan garantizar su disponibilidad, confidencialidad e integridad,” destaca Gonzalo Temes; “tecnologías como la Inteligencia Artificial permiten ajustar estas políticas de seguridad de manera dinámica, facilitando la tarea esencial de proteger la información”.

Experiencia personalizada

La Inteligencia Artificial, la nube y los grandes datos son herramientas ideales para entender mejor las necesidades de los clientes y agilizar la innovación para proporcionar productos y servicios personalizados.

“En el viaje del cliente hay momentos de la verdad, donde es crítico que nuestra aplicación o el agente puedan contar con información relevante procedente de todo el conocimiento que tenemos del cliente”, explica Rivero desde Evolutio. Ese Smart Data podrá detectar, por ejemplo, “si el comportamiento del cliente es el esperado para su perfil en esa operativa concreta”, e incluso hará posible “identificar el estado emocional del cliente para reconducir la interacción”.

Las experiencias personalizadas estarán disponibles para cada persona, liberando el potencial para las compañías

“Los datos constituyen uno de los mayores activos que tienen las empresas actuales”, coincide Temes, de Orange España. “Su protección y explotación son claves para aumentar la competitividad de las organizaciones en un entorno cada vez más global”. Si bien es cierto que la utilización de estos datos se hace siempre desde la anonimización, siendo gestionada de forma agregada, de tal manera que no es posible identificar usuarios concretos, cumpliéndose estrictamente con la normativa de protección de datos y atendiendo a los principios que ordena el RGPD.

Por otro lado, el Big Data “permite relacionar elevados volúmenes de datos, obtenidos desde distintas fuentes, con el objetivo de obtener insights de negocio que permiten a las organizaciones tomar decisiones maximizando el beneficio de sus acciones”, argumenta Temes.

“El reto que tienen las empresas hoy en día está en la capacidad de explotación de los datos que, en gran medida, ya tienen o generan”, matiza Rivero. “Este reto consiste en identificar, unificar, definir un buen gobierno y hacer ‘accionables’ esos datos”.

Estamos, sin duda, en un momento clave para la hiper-segmentación y el valor añadido al cliente. “Esas experiencias personalizadas, antaño exclusivas y limitadas, estarán disponibles para cada persona de forma singular, liberando el potencial para las compañías y alcanzando por fin el tan ansiado modelo de toma de decisiones basado en información”, asegura David Cáceres.

Plataforma Digital

Agilidad, eficiencia y fortaleza. Son las características que definen a gobiernos y empresas en la nueva ola de digitalización. Para David Cáceres, “las plataformas digitales que cuenten con apertura, flexibilidad, facilidad de uso y seguridad proporcionarán la base desde la que despegue toda la sociedad, estimulando la innovación y el avance industrial. En esta etapa es necesario contar con estándares abiertos e internacionales que garanticen que todas las nuevas tecnologías sigan unas normas comunes para garantizar la diversidad”.

Y ese es precisamente uno de los grandes retos de la Unión Europea en materia de digitalización. De esa necesidad por disputar el liderazgo tecnológico mundial han surgido, en el seno del Viejo Continente, proyectos relevantes como Gaia-X, destinado a crear una infraestructura de datos de alto rendimiento segura y fiable para Europa; y el proyecto OCRE (Open Clouds for Research & Education), focalizado en acelerar la computación en la nube por parte de instituciones académicas y científicas europeas, entre otros.

“Gracias a las características inherentes de las nuevas plataformas digitales cloud, como son la seguridad, flexibilidad e inmediatez, se han convertido en el habilitador fundamental para la transformación digital de las empresas y entidades públicas, permitiendo responder de manera más eficiente a los retos actuales y futuros planteados desde las administraciones y las organizaciones”, subraya Temes.

“Las administraciones estatales, así como Europa, han visto claramente a la tecnología como un habilitador para la recuperación y el crecimiento económico, y desde la Agenda Digital 2025 se están impulsando aún más estos proyectos de innovación, por lo que sin duda estamos en un momento enormemente interesante”, concluye Rivero.