Así es el rompedor proyecto español de embarcaciones sostenibles

Nacido en Mahón y desarrollado en Cataluña, Magonis ha conseguido aunar sostenibilidad, accesibilidad y motores silenciosos en sus barcas eléctricas.

EN COLABORACIÓN CON ENDESA

No solo en las carreteras hemos experimentado una considerable evolución en materia de sostenibilidad. Ahora, los vehículos marítimos también se han sumado a esta tendencia respetuosa con el medio ambiente. Magonis, una startup afincada en Barcelona y nacida en Mahón (Menorca), es una de las representantes españolas que, gracias a la creatividad y valentía de sus creadores, triunfa en el mercado.

Desde Cataluña, emprendedores como François Jozic defienden su producción 100% española mientras electrifican el futuro del sector náutico. Este innovador proyecto se basa en prescindir de los motores de combustión típicos de las barcas para diseñar, producir y hacer realidad las embarcaciones del futuro, cien por cien eléctricas.

François es el tercer protagonista de eVisionarios, contenidos en colaboración con Endesa en los que se visibilizan perfiles que han apostado por el emprendimiento, la innovación y el desarrollo de iniciativas en clave eléctrica para hacer mejores y más sostenibles nuestro entorno más cercano. Y, todo ello, al igual que Endesa, asentado en la movilidad eléctrica para hacer más sencilla la vida en las ciudades.

Esta idea, que se sustenta en la electrificación y en democratizar sus productos, tiene como tercer eje la identificación con su tierra y trasladar su esencia a sus productos: “Todo surgió en Menorca. De hecho, por eso se llama Magonis, como el antiguo puerto de Mahón. Como no era posible seguir fabricando una producción en serie en la isla, quisimos mantener este vínculo original con la isla de Menorca y por eso el astillero se llama así”, explica el fundador.

El CEO de Magonis, François Jozic.
El CEO de Magonis, François Jozic.
MAGONIS

El surco de sus barcos

El recorrido de este negocio, pese a surgir en un contexto pandémico por la crisis sobrevenida por la COVID-19 y llevar poco tiempo de existencia, no ha podido arrancar mejor. La pasión por la mar y por los veleros de François le hizo plantearse cómo aunar las ventajas de este tipo de barcos con los de combustión. Ahora, hacerse uno con la naturaleza y disfrutar del completo silencio mientras se navega es posible.

“Ya hay coches y motos eléctricas, había que encontrar la manera de hacer un barco eléctrico. Es una idea arriesgada, puesto que no es muy natural. En general, la electricidad y el agua no van juntas, pero conseguimos encontrar la manera de hacerlo”, detalla François, ilusionado con esta empresa que está desarrollando junto a su compañero Mathieu Quintart.

Y uno de los puntos innovadores de esta compañía radica en la capacidad que tiene Magonis de hacer producción en serie. Hace algunos años encontramos intentos de electrificar barcos, pero Magonis fue de los primeros en elaborarlos en cadena. Para ello, fue necesario aunar nuevos elementos como el conjunto de baterías a motor y cargador y “asegurarse que todo esto podría funcionar en un entorno difícil como es el mar”.

La exclusividad y originalidad de sus embarcaciones no solo radica en conseguir que sean silenciosos, sostenibles y perfectamente operativos en el mar, también en hacerlos accesibles a todos los bolsillos: “No hay muchos prototipos en el mercado de barcos eléctricos, pero los que hay son muy, muy caros y solo se producen algunas unidades al año. En nuestro caso, ya estamos en una producción de serie de decenas de barcos por año”.

El apurado diseño le da un toque ‘premium’ a las embarcaciones.
El apurado diseño le da un toque ‘premium’ a las embarcaciones.
MAGONIS

Competitivos desde los inicios

Uno de los sellos de identidad de Magonis es el tamaño de sus barcos, relativamente pequeños, de aproximadamente cinco metros de eslora. El motivo de estas dimensiones es el peso, a juicio de François, “un elemento clave para garantizar un nivel bueno de autonomía y performance”.

Estas embarcaciones españolas disponen de una técnica de fabricación que “los hace especiales”. Los barcos están hechos con fibra y con una técnica de fabricación bajo infusión, “lo que permite conseguir un casco muy ligero, de una estructura de menos de 240 kilogramos”. Asimismo, los barcos están equipados con “motores eléctricos de 30 kW asociados a una batería de litio”, las mismas que encontramos actualmente en los coches eléctricos.

Además, estos vehículos tienen capacidad para cargar 6-7 kW por hora, lo que facilita la recarga de la batería en menos de 5 horas. Los que adquieran una de estas embarcaciones pueden conectarse al mismo a distancia mediante una aplicación móvil y saber dónde está en cualquier momento, facilitando la comodidad, seguridad y experiencia del usuario.

“Un barco eléctrico no tiene gasolina, no tiene aceite, no hay emisión de humo ni CO₂, y sobre todo, es silencioso. La contaminación acústica es uno de los grandes problemas en los entornos en los que queremos estar tranquilos, ahí tenemos una gran ventaja competitiva”, considera François. Además del ámbito sostenible y las especificaciones técnicas, muchos de los compradores lo reconocen como “un barco muy, muy bonito, con un nivel de acabado óptimo. En definitiva, es un producto accesible y elegante con un toque premium”.

Las barcas disponen de motores silenciosos para disfrutar de la naturaleza.
Las barcas disponen de motores silenciosos para disfrutar de la naturaleza.
MAGONIS

Convencimiento en la electrificación

De entre todas las maneras de afrontar un nuevo proyecto de emprendimiento, François y su equipo lo tenían claro: tenía que ser respetuoso con el medioambiente, electrificado y accesible. “Digamos que no lo concebimos de otra manera. Los barcos tendrán un papel en este desarrollo más verde para ayudar el consumidor final a poder amortizar el coste elevado de la batería”.

“En cuanto al impacto del reciclaje de las baterías o de su fabricación, la gran ventaja que tenemos es que en un barco se utilizan pocos ciclos, por lo cual estas baterías duran años y años sin necesidad de cambiarlas. Ya estamos pensando en segundas vidas para estas baterías, que nos servirán para almacenar energía de paneles solares en las marinas o, por ejemplo, en la casa del usuario”, indica el responsable de Magonis.

Ideas así, con tan pocos precedentes a sus espaldas, son complicadas de concebir y poner en marcha. No obstante, el contexto pandémico no fue negativo para el sector náutico, puesto que “se ha valorado muchísimo el ocio en exteriores y ha propiciado un cambio de paradigma en este sentido, con mayor tendencia a aislarse en el mar sin estar en contacto con más personas que con la familia y los amigos”.

Este caso de éxito, que ya goza de un brillante presente y del que se atisba un futuro prometedor, anima a muchos emprendedores que estén pensando crear una empresa de estas características: “Venimos con ideas nuevas. Por ejemplo, el mercado de barcos eléctricos no existía. Requiere perseverancia al ser pioneros, pero si uno está convencido de lo que está desarrollando hay que lucharlo a muerte”.