El puente ‘prohibido’ con los hoteles a rebosar

Las reservas realizadas antes del puente y la previsiones de ocupación de los hoteleros apuntan a que habrá muchos desplazamientos a pesar del cierre perimetral decretado para las comunidades autónomas

Toda acción provoca una reacción. Tiene consecuencias lógicas sujetas a una serie de leyes que rigen el universo. De ahí que, haciendo caso a Newton, si uno golpea una pelota en un terreno llano, esta ruede. Pero, ¿qué pasaría si, en vez de moverse hacia donde la empujamos, saliese disparada en dirección contraria? Tal vez, ahí entren en juego otras teorías, como la del Caos (ya saben, la del aleteo de la mariposa y el huracán), que también podría ser una de las escasas formas de explicar el extraño fenómeno que estamos viviendo en el puente de San José de este año: el Consejo Interterritorial de Salud acaba de cerrar perimetralmente las comunidades autónomas, pero los hoteles y destinos turísticos de toda España están a rebosar. O, dicho de otro modo, nadie puede moverse, pero todo el mundo se mueve.

El puente ‘prohibido’ de San José, que este año se celebra en siete comunidades autónomas (Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia, Comunidad de Madrid, Región de Murcia, Navarra y País Vasco) era casi idílico: el 19 de marzo cae en viernes y una escapada de tres días podría haber sido la forma ideal de alejarse de un año plagado de confinamientos, limitaciones o incluso pérdida de familiares. Sin embargo, el turismo en España sufrió su enésimo revés desde la irrupción de la pandemia del coronavirus, cuando todas las comunidades autónomas (excepto Madrid) acordaron la semana pasada cerrarse a cal y canto, también de cara a Semana Santa, para impedir un nuevo repunte en los casos de coronavirus.

Todo un reto para el manual de la picaresca española. ¿Cómo evitar quedarse en casa en un puente de tres días? La primera argucia está contemplada por las propias comunidades: los desplazamientos estarán permitidos tanto por causas justificadas, como por motivos laborales o sanitarios, citas administrativas ineludibles, regreso al domicilio habitual… Por eso, hay quienes ya han solicitado a su empresa un justificante para poder hacer legal su escapada. También está la triquiñuela de hacer una reserva con cancelación gratis antes de conocerse los cierres perimetrales, una opción que ha agotado el 94% de las solicitudes de este tipo en la web de Booking.

Pero, sin duda, los datos que más llaman la atención son los de las reservas realizadas antes del 17 de marzo, es decir, en los días previos al puente, que siempre marcan la tendencia de lo que va a pasar. La paradoja es que, a nivel nacional, el porcentaje de ocupación reservada en esas fechas previas es similar al de las estancias entre el 19 y el 21 de marzo (de un 73% frente al 72%), y en cuatro de las cinco comunidades autónomas con mayor índice de ocupación durante el puente hay un porcentaje aún mayor de reservas para entrar en el alojamiento antes de los cierres perimetrales. Por ejemplo, mientras que en Cataluña las estancias entre el 19 y el 21 de marzo han llenado el 74% de los establecimientos, la ocupación de la región se dispara al 83% cuando la reserva es anterior al 17 de marzo. Un fenómeno que se explica en parte porque hay muchos turistas de otras comunidades que han optado por irse antes para evitar el cierre.

El de Cataluña es un claro ejemplo de lo que sucede en las regiones receptoras de turismo: aunque haya muchos desplazamientos internos, sin que el 19 de marzo sea festivo, teóricamente buena parte de esas reservas proviene de otras comunidades. Más aún, teniendo en cuenta el incremento de ocupación cuando la reserva es anterior al 17 de marzo. No en vano, es la zona de España en la que más aumenta el porcentaje de ocupación cuando el turista llega antes del cierre perimetral (9%), seguida de la Comunidad Valenciana (6%), Baleares (4%) y la Comunidad de Madrid (4%).

En este sentido, el caso de la región que gobierna Isabel Díaz Ayuso es de lo más particular: emisor preferencial de turistas hacia las demás comunidades, es la única que se ha opuesto a lo acordado en el Consejo Interterritorial de Salud de la semana pasada, arguyendo que “no hay criterios científicos que demuestren que los cierres perimetrales de las comunidades autónomas contribuyen a la contención de la pandemia”. Por eso, el pasado martes interpuso un recurso ante el ministerio de Justicia para evitar una orden que consideran “impuesta” por el Gobierno central. Sin embargo, la presidenta de la Comunidad de Madrid no ha tenido más remedio que acatar las medidas acordadas.

Una de las consecuencias directas del cierre ha sido la brutal caída del tráfico aéreo en el aeropuerto de Barajas-Adolfo Suárez. Al margen de los ya habituales viajes para salir de fiesta por la capital organizados desde otros países de Europa, la mayor parte de las rutas que llegan y parten de Madrid se han reagrupado de tal manera que, en estos momentos, en un mismo avión puede haber hasta seis o siete vuelos de otras compañías. De las cuatro terminales con las que cuenta el aeropuerto, solo permanecen abiertas dos de ellas. Y si tomamos como referencia el pasado 17 de marzo -primer día de cierre perimetral entre autonomías-, solo despegaron 89 vuelos a destinos nacionales. La mayoría de ellos, a Barcelona, aunque permanecieron abiertas las conexiones con 24 ciudades españolas en total… Al fin y al cabo, se supone que algún que otro pasajero sí ha tenido que volar por causas justificadas.

Por su parte, pese a que en Canarias y Baleares no se aplicará el cierre perimetral, ya que no están recogidas en el decreto que rige el estado de alarma, se señala expresamente que no se podrá entrar en sus territorios, ni tampoco viajar entre ellas. Una dispensa del Gobierno que sirve para poco: en la práctica, esto se traduce en que el turismo que reciban durante este puente será estrictamente interno (por ejemplo, muchos canarios en grandes ciudades como Las Palmas o Tenerife suelen aprovechar estos días para irse a otras zonas de sus respectivas islas) o procederá de países extranjeros como Alemania o el Reino Unido. En cualquier caso, esta ‘bula’ papal ha tenido un claro efecto llamada: los dos archipiélagos tienen los índices de ocupación más alto y rozan el lleno, con un 87% en Canarias y un 90% en Baleares.

Sin casas rurales… ni siquiera en Extremadura

En el resto de las comunidades, una de las grandes preocupaciones era cómo podían afectar los cierres perimetrales a la ocupación, especialmente en aquellas que suelen atraer al turista madrileño con casas rurales. Tras el Consejo Interterritorial de Salud, algunas regiones como Extremadura entraron en pánico por la caída de reservas, con unas previsiones de ocupación del 60%, según los datos de Escapada Rural. Sin embargo, desde hace días es prácticamente imposible encontrar una casa rural disponible: según Booking, dos días antes del inicio del puente de San José, el porcentaje de estancias reservadas en Extremadura era del 93%. En toda España, del 98%.

Algo no cuadra. Ni siquiera las dos comunidades con menor índice de ocupación en cuanto a casas rurales (Castilla-La Mancha y Castilla y León) bajan del 90%. Una explicación es que el turismo interno se haya disparado como consecuencia de los cierres perimetrales autonómicos. Por ejemplo, si una persona tenía pensado escapar de Madrid a Extremadura, ahora no le queda más remedio que buscar una casa rural en zonas como la Sierra de Guadarrama. De ahí que el 99% de la oferta rural de la capital esté agotada. Otra posibilidad es que, ante la inminente aplicación de los cierres perimetrales, muchos hayan optado por reservar en otras comunidades (de nuevo, mayoritariamente con la posibilidad de cancelación gratuita). O, directamente, que hayan decidido saltarse las restricciones a la movilidad, arriesgándose a ser multados en uno de los múltiples controles que la Policía está llevando a cabo estos días en las carreteras de toda España.

En este punto, parecen agotarse las opciones. ¿Es que, acaso, uno no puede irse de puente? Pues sí. La única opción que no requiere de inventarse una excusa, quedarse en la comunidad de origen o incumplir la ley es viajar al extranjero, ya que a día de hoy las únicas restricciones son aquellas propias del país al que se viaja. Por eso, muchos españoles han decidido aprovechar para hacer visitas exprés a lugares de todo el mundo, pero especialmente de la UE, donde las medidas sanitarias son más laxas para los socios comunitarios. Quizás, el mayor escollo sean las restricciones que tienen que ver con la presentación de una PCR reciente o la cuarentena obligatoria de 14 días.

Con tan poco margen -los cierres perimetrales se aprobaron el 10 de marzo-, muchos españoles no han tenido tiempo suficiente para hacerse una PCR. Por otra parte, pasarse tres días en el extranjero guardando cuarentena en la habitación del hotel no parece el plan ideal para el puente de San José. Sin embargo, si nos fijamos en el mapa de restricciones al turismo de la IATA (Asociación Internacional del Transporte Aéreo), hay una decena de destinos desde España que no requieren de ninguno de estos trámites: Portugal, Eslovaquia, Albania, Gibraltar, Afganistán, Costa Rica, Liechtenstein, Macedonia del Norte, Nauru, Tonga y el Vaticano (previo paso por Italia, que sí contempla restricciones). Tal vez no sean los destinos ideales... pero menos da un cierre perimetral.