AT&T y Time Warner defienden su fusión ante a las críticas

AT&T y Time Warner aseguraron este lunes que su fusión beneficiará a los consumidores, ante las críticas de la clase política estadounidense, las autoridades reguladoras y los competidores, por el futuro panorama mediático del país.

La operación, anunciada el sábado por 85.400 millones de dólares, unirá a uno de los gigantes de las telecomunicaciones con uno de los líderes de contenido de entretenimiento por video.

AT&T es, después de Comcast, el segundo operador de telecomunicaciones más importante de Estados Unidos, con 142 millones de abonados a sus servicios móviles, además de estar presente en internet y la televisión de pago a través de DirecTV.

Adquiriendo Time Warner, controlará el estudio cinematográfico Warner Bros., CNN, HBO, Cartoon Network, TNT y una gran variedad de programas de gran audiencia, y podrá ofrecer ahora sus contenidos en múltiples plataformas.

Randall Stephenson, director general de AT&T y futuro mandamás del nuevo grupo, defendió la fusión como "una integración puramente vertical" que "eliminará muchas de las fricciones que hay en la industria".

"Ahora podemos comenzar a innovar nuestro contenido de una forma mucho más rápida", aseguró durante una teleconferencia.

"Debemos ir hacia donde están los consumidores, quienes están cada vez más en el sector móvil", señaló de su lado el presidente de Time Warner, Jeff Bewkes.

Pero la fusión hace temer un alza de los precios de las suscripciones y la limitación del mercado para el resto de los competidores del sector.

El candidato presidencial republicano Donald Trump criticó su "excesiva concentración de poder", mientras que su rival demócrata Hillary Clinton también manifestó sus dudas.

El senador y exaspirante presidencial demócrata Bernie Sanders fue más allá al exigir que "el gobierno debe anular la fusión entre Time Warner y AT&T. Este acuerdo significará que los precios subirán y que los estadounidenses tendrán menos opciones", según escribió en Twitter.

Pero Stephenson reiteró que la operación --que debe finalizarse de aquí a finales de 2017-- ofrecerá "más opciones a los consumidores" con una gran variedad de paquetes y precios.

Además, negó la posibilidad de que se dé una limitación de la distribución de los productos de Time Warner. "No tiene sentido en el plano económico. Es una idea loca", aclaró.

En su opinión la fusión permitirá hacer frente al duopolio Facebook-Google, que aglutinó más de la mitad de los ingresos publicitarios el año pasado en Estados Unidos.

Los expertos vaticinan que la operación enfrentará una oposición feroz y que será examinada con lupa por las autoridades reguladoras, en un contexto de creciente populismo y el bloqueo de grandes fusiones por parte del gobierno saliente.

El Departamento de Justicia (DoJ) revisará los precios ofrecidos a los operadores por cable y los paquetes que podrán contratar los clientes, entre otras cosas, de acuerdo con el analista.

Este examen podría durar al menos 13 meses, según los expertos, lo mismo que duró la aprobación de la fusión Comcast-NBCUniversal en 2011.

El Senado estadounidense prometió el lunes garantizar que la operación "no afecte a los consumidores".

"Dado que se trata de la fusión entre el primer operador de televisión de pago del país y uno de los creadores y propietarios más importantes de contenidos, el proceso será difícil y largo", aseguró Mike McCormack, de la firma Jefferies.

Competidores como el grupo Disney también expresaron su desagrado y reclamaron "un examen reglamentario severo".

AT&T prometió por otro lado que los activos de Time Warner --principalmente la cadena de información CNN-- permanecerán independientes, a pesar de la próxima salida de Bewkes.

"Podríamos plantear un esquema en el que Time Warner funcione como una filial de AT&T", avanzó Stephenson.

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