El Cabildo de Tenerife ha presentado este lunes una planificación del sistema de saneamiento y depuración de aguas de la isla que contempla, entre otras cosas, que la depuración de agua cubra al 80 por ciento de la población a partir de 2020, lo que representaría el 100% de la que se vierte al mar.
Así lo ha afirmado en rueda de prensa el consejero insular de Aguas, Manuel Martínez, en compañía del presidente del Cabildo, Carlos Alonso, y el vicepresidente de la corporación, Aurelio Abreu, quienes han resaltado la "coordinación" con los ayuntamientos para resolver la gestión del agua en la isla.
Para ello, entre 2018 y 2020, se prevé una inversión superior a los 80 millones, de los que el Plan de Cooperación Municipal recoge 48 millones para la ejecución de redes de saneamiento separativas y sistemas auxiliares de bombeo --la corporación aporta 38 millones y los ayuntamientos casi 10--.
A esta inversión se suman otros 33 millones que aporta el Consejo Insular de Aguas a la construcción de cuatro nuevas depuradoras en el Valle de Güímar (obra ya adjudicada), Isla Baja (proyecto en redacción), La Guancha-San Juan de la Rambla y Roques de Fasnia (licitación prevista para el próximo año).
Asimismo, y declaradas como obras de interés general por el Estado, ya están en fase final de redacción las depuradoras del Oeste, Arona Este-San Miguel, Abona y Comarca de Acentejo, con inversiones de 20, 79, 26 y 12 millones, respectivamente.
Martínez ha detallado también que las depuradoras comarcales Adeje-Arona --se pondrá en marcha en 2018-- y Noreste --se cede al Cabildo este mes-- están en fase de ampliación, y antes de que acabe el año, se licitará, por 32 millones, la ampliación y mejora de la depuradora del área metropolitana, ubicada en Santa Cruz de Tenerife.
Según el Plan Hidrológico de Tenerife, el 38,8% de las aguas recogidas en sistemas colectivos en la actualidad --24,6 millones de metros cúbicos-- se somete a tratamiento y depuración integral frente al 22,2% restante, mientras que unos 25 millones de metros cúbicos se vierten al subsuelo cada año a través de fosas sépticas o pozos domésticos, muchos con autorización. "Aquí nos queda una tarea", ha reconocido Martínez.
NO HAY MOTIVOS PARA LIMITAR LA LLEGADA DE TURISTAS
Además, ha detallado que en la isla hay actualmente 41 emisarios submarinos, de los que 34 están gestionados directamente por los ayuntamientos, cuyo estado de mantenimiento no quiso desvelar, ya que las competencias pertenecen a la Viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias y la Dirección General de Costas.
En cuanto al debate sobre las microalgas, Alonso ha tildado de "falso" que se vincule su proliferación con los vertidos de aguas negras y lamentado la "tergiversación" de las últimas semanas, aunque cree que "ha tenido la ventaja" de sensibilizar a la población y "ponerla en línea" con los planes del Cabildo para mejorar el saneamiento de Tenerife.
Asimismo, y sobre el agua regenerada, ha apuntado que aunque el Cabildo hizo un gran esfuerzo presupuestario entre 1983 y 1987, de unos 60 millones de euros, en total, la inversión continuada ha alcanzado los 220 millones.
Acerca a si hay que fijar un límite a la llegada de turistas a la isla para evitar el aumento de residuos, Martínez ha comentado que el turismo aún "no es un problema importante" y las futuras depuradoras se están planificando para albergar más capacidad.
"Todavía hay un margen adecuado para aumentar el tratamiento de las aguas procedentes del turismo", ha señalado.
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