El sondeo indica que la mayoría de los ciudadanos del Estado, un 61%, viaja una media de tres veces al año durante los fines de semana, y el 80% reconoce haberlo hecho hace menos de seis meses.
Los datos demuestran que las escapadas de fin de semana, "que sustituyeron a las vacaciones durante la crisis como una forma de ahorrar", se han consolidado como una tendencia de ocio.
Entre las preferencias a la hora de disfrutar de este tipo de estancias cortas destaca el turismo cultural en el país (34%), a diferencia de franceses, italianos y alemanes, que apuestan por viajar al extranjero y conocer otros países. El turismo nacional se impone a los viajes al extranjero (26%), así como a otros destinos clásicos como el mar (24%) o la montaña (14%).
En el conjunto del Estado, los viajeros se decantan por el norte, con Asturias, Galicia y País Vasco como comunidades preferidas para disfrutar de "las mejores rutas y planes durante un fin de semana".
El "relax" y "la desconexión de la rutina" son las principales causas por las que los encuestados españoles deciden emprender un viaje de fin de semana (36%), aunque a muchos les atrae la posibilidad de realizar turismo cultural (22%) y visitar lugares "llenos de historia, museos y monumentos". También tiene un peso importante las escapadas románticas (19%), por encima de los viajes familiares (15%). En último lugar se sitúan las rutas gastronómicas (8%).
La encuesta también desvela los destinos europeos favoritos para explorar durante estas mini-vacaciones y que, liderados por París, incluyen a Londres, Roma, Praga, Ámsterdam y Berlín.
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