El Pacífico, una vía de comercio y la despensa de la mejor comida peruana en APEC

El océano Pacífico no sólo sirve como vía de comercio. También alberga los más frescos insumos marinos de la apetecida cocina peruana, lo que llevó a los líderes de APEC a tomar por asalto los restaurantes más exclusivos de Lima.

Cuando los agitados días de la cumbre acaban, las delegaciones abordan raudamente los transportes oficiales y parten hacia una de los afamados restaurantes que figuran en el top de la gastronomía mundial en la capital de Perú.

El mal sabor de boca que en algunos ha dejado la victoria de Donald Trump en Estados Unidos puede disiparse con un vigoroso pisco sour, cóctel a base de aguardiente de uva y limón.

A las 10 de la noche, el restaurante Ástrid y Gastón, en el exclusivo distrito de San Isidro, el negocio del popular chef Gastón Acurio, es invadido por autos de vidrios polarizados y furgonetas que se estacionan en la puerta, con varios guardias se seguridad. Esa fue la rutina del fin de semana, bajo el marco de la cumbre de APEC.

"Aquí ya estuvo Christine Lagarde", la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), cuenta a la AFP el jefe de servicio del restaurante, Carlos Franco.

En Lima, la única capital latinoamericana con vista al Pacífico, los helicópteros han rondado sobre los más exclusivos restaurantes, dependiendo de quién sea el comensal. "Estamos acostumbrados a que el protagonista aquí sea la comida, pero esta semana lo ha sido el asistente", agrega Franco.

Con su cocina de fusión, Lima es considerada por la revista Restaurant como uno de los mejores destinos gastronómicos del mundo.

La cocina peruana es una celebración de la historia y la biodiversidad del país. Las recetas tienen sus raíces en todo el mundo en esta nación -como muchas en el mundo- construida con nativos e inmigrantes, con ingredientes de todas las civilizaciones, mezcladas con insumos de la selva y de los Andes.

Hubo escenas similares hace un año cuando el G20, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial celebraron encuentros conjuntos en la capital peruana. La receta se repitió con la COP 20, la cumbre del clima de la ONU.

Ástrid y Gastón han recibido a jefes de Estado, directores ejecutivos y sus delegaciones. Esperan que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se detenga para la cena de su última gira en el extranjero. La Casa Blanca ha reservado varios lugares, pero la elección es un secreto, como todo buena receta culinaria.

La competencia también es dura: Lima tiene tres lugares en la lista de los 50 mejores restaurantes del mundo. E incluso restaurantes desconocidos tienden a servir comida apetitosa, en este país donde comer es un deporte nacional. Si Brasil tiene futbolístas, Perú tiene cocineros.

En una cumbre bajo la sombra de la victoria de Trump y su ola proteccionista, los líderes se toman un descanso para disfrutar del circuito gastronómico de Lima, en muchos casos lejano para sus latitudes.

Después de largos días de estrategias sobre cómo salvar sus acariciados acuerdos de libre comercio, evitar proteccionismos y guerras cambiarias, las delegaciones por lo menos tienen el placer de comer bien.

Hasta el propio Obama sucumbió al pecado gastronómico peruano. En una reunión con universitarios latinoamericanos, contó cuánto disfrutó del "pollo a la brasa", un pollo marinado en especias y dorado lentamente en las brasas, muy apetecido en el país.

El primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong, publicó una foto en Facebook del lugar "acogedor e informal" donde él y su personal pasaron un grato momento. Visitó el "Canta Rana", una inmersión en el bohemio barrio de Barranco.

Por su parte, Masato Ohtaka, subsecretario de prensa de Japón, dijo a un grupo de reporteros que descubrió la cocina japonesa-peruana en Hanzo, un elegante restaurante con un toque sudamericano en los platos traídos por la gran comunidad de inmigrantes japoneses.

Se sorprendió gratamente al descubrir que el sashimi japonés había sido preparado como un ceviche peruano, un refrescante plato de pescado crudo marinado en limón. Dijo que era diferente, pero lo elogió mucho.

El presidente chino Xi Jinping quebró ligeramente su seriedad e incluso dio un guiño a uno de los alimentos favoritos de Perú en su discurso de apertura en la cumbre. "Disfruto especialmente de las papas aquí", dijo.

Perú tiene 4.500 variedades de papas, según cifras oficiales. Las posibilidades de platillos siguen siendo infinitas. Como para nunca dejar de chuparse los dedos.

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