¿A qué sabe el whisky más caro del mundo envejecido durante 60 años?

La posición de los barriles en la bodega, el tiempo de maduración, la individualidad de la madera… Como sucede con el vino, todas estas peculiaridades otorgan al whisky un carácter único. Las grandes oscilaciones de temperatura hacen que este codiciado líquido se altere dentro de las barricas, absorbiendo aún más sabores del roble. Un ritual que sucede únicamente en determinadas condiciones y que da lugar a un producto singular, exclusivo. Un producto que, con el paso de los años, puede llegar a costar miles de euros.

788.200 euros (700.000 libras) es precisamente lo que se pagó el pasado 3 de octubre en una subasta en Bonhams de Hong Kong por la exclusiva botella de The Macallan 1926 perteneciente a un lote de sólo 40 unidades envejecidas durante 60 años en barricas de jerez antes de embotellarse y comercializarse en 1986. No obstante la botella, una pequeña obra de arte grabada por el artista cubista Valerio Adami, aspiraba a alcanzar el millón de dólares.

¿Qué hace que un whisky alcance ese valor? La edad, por supuesto. El cuidado proceso de elaboración. La barrica, que ninguna es idéntica en color, aroma y sabor a la anterior y cada una aporta algo especial y distinto al líquido. Más carbón significa un toque más ahumado. Más azúcar, un final más dulce. Pero en este caso, la cotización va más allá del líquido protegido por el cristal. Macallan encargó el diseño de la etiqueta a diferentes artistas, que convirtieron esas 40 unidades en auténticas piezas de coleccionista muy reclamadas por los amantes del whisky. Para hacernos una idea, doce de estas joyas se entregaron a Sir Peter Blake, creador de la portada del famoso álbum Sargent Peppers Lonely Hearts Club Band de los Beatles, y otras doce se cedieron al italiano Valerio Adami, uno de los más destacados artistas del pop art del siglo XXI y diseñador de la etiqueta original que se acaba de subastar.

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El precio de lanzamiento de estas botellas fue de 27.000 dólares, coste que solo pudieron desembolsar un grupo escogido de clientes de Macallan. Desde entonces, las botellas han ido desapareciendo del mercado. La última venta conocida fue en 20017, cuando la casa Christie's subastó una de estas joyas por 75.000 dólares, una cifra mucho menor a la que se ha alcanzado esta semana.

Si está pensando hacerse con uno de estos whiskies de 1926, tendrá una segunda oportunidad el próximo 18 de mayo, pues otras dos botellas de la colección saldrán a subasta en Bonhams. Esta vez, se calcula que podrían alcanzar un valor de entre 460.000 y 573.000 dólares.

Las botellas más exclusivas

Los olores y los gustos pueden ser diferentes, pero un buen whisky siempre tendrá la pureza y la profundidad del barril en el que nació. Y eso se paga. The Macallan es conocida por batir récords en la venta de exclusivos whiskies añejos cada año. La compra de esta rareza de 1926 es la de mayor cuantía de la historia, pero otro whisky de la casa, The Macallan M Imperiale alcanzó los 628.000 dólares en una subasta celebrada en 2014 en el Sotheby’s de Hong Kong. Se trata del mayor precio que se recuerda para una sola botella, aunque esta era de seis litros.

El año pasado, un solo barril de Macallan rompió récords convirtiéndose en el más caro del mundo, y un lote de seis piezas de The Legacy Collection con botellas de Lalique alcanzaron la cifra de 798.000 euros. En abril de este año, un comprador anónimo adquirió en la tienda de Le Clos del aeropuerto de Dubái dos botellas de The Macallan por 1,2 millones de dólares (993.000 euros) y el mes pasado, la destilería escocesa lanzó 200 botellas de Macallan 50 años a 35.000 euros cada una. Por algo llaman al whisky que se evapora Angel’s Share. Lo que los ángeles comparten sólo los ricos lo catan.