La invasión de Rusia a Ucrania, sumada a la huelga de transportes por la subida del precio de los carburantes, estamos pagando el aceite de girasol a precio del aceite de oliva. Eso si lo encontramos en los supermercados, donde se agotan de forma habitual las marcas más económicas y también las más conocidas. Muchos clientes se resignan a pagar cantidades más caras por marcas que nunca antes habían probado ante la falta de otras opciones. Algo que también está ocurriendo con la leche o el pescado ante la dificultad en los procesos de distribución que está sufriendo el sector de la alimentación.
El 65% del aceite de girasol que consumimos en España procede de Ucrania, el 20% de Rusia y apenas un 15% es de producción propia. Todo lo contrario que el aceite de oliva. Pero la ausencia del primero ha afectado directamente al precio del segundo. La tensión en los mercados, como era de esperar, la pagan los clientes, con los precios por las nubes.
Hasta el mes de marzo, el precio medio (aunque variaba entre supermercados y marcas) del aceite de oliva rondaba los 4 euros el litro. En solo unas semanas se ha encarecido en torno al 20% y se ha situado cercano a los 5 euros el litro. Así, actualmente es más interesante comprar garrafas de cinco litros, que tienen un coste de unos 3,50 o 4 euros el litro.
En cuanto al aceite de girasol, la tendencia alcista se alargará en el tiempo, ya que no se están cosechando girasoles en Ucrania y Rusia, por lo que no podrán exportarlo en 2023 al mismo ritmo que antes. Habitualmente se utiliza como un sustituto barato del aceite de oliva para frituras o repostería principalmente, pero ahora no es tan económico. Si lo encontramos, porque se agota habitualmente en los supermercados y en sus tiendas online, el precio a pagar llega a superar los 3 euros el litro, un coste jamás visto en España y que supone más de un 70% más caro de lo que hasta ahora era habitual.
Ante esta falta de unidades en las tiendas y la subida de precios, se están popularizando alternativas que a día de hoy tienen precios similares al aceite de girasol y al de oliva. Son las siguientes:
Aceite de soja
El aceite de soja es el que más se produce en el mundo, es rico en ácido oleico y linoleico. Para su uso doméstico, está recomendado como aliño de ensaladas, pero no para frituras.
Aceite de girasol alto oleico
El sustituto más conocido del aceite de oliva es el aceite de girasol alto oleico. Se obtiene de semillas modificadas genéticamente para que mejoren su perfil nutricional, especialmente en lo que a contenido graso se refiere. Está compuesto de grasas monoinsaturadas, que ayudan a controlar los niveles de colesterol y mejoran el perfil cardiovascular. Puede utilizarse tanto para frituras como para aliños.
Aceite de aguacate
Esta también es una alternativa al aceite de oliva. Está compuesto por la grasas del aguacate, por lo que destaca en ácido oleico. Es rico en grasas monoinsaturadas, que ayudan a proteger el corazón, y vitamina E. A diferencia de los aceites más habituales, es de color verdoso y tiene un sabor afrutado. Eso sí, el bastante más caro, en torno a 5 euros los 250ml.
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