Como cada año por estas fechas, la marca nórdica ‘low cost’ H&M saca su colección limitada en colaboración con un diseñador de alta costura. Abrió el fuego nada menos que con el kaiser de la moda, Karl Lagarfeld allá por 2004, una fórmula que le salió redonda y que ha ido repitiendo cada año para satisfacción de legiones de fashionistas que no pueden permitirse comprar una prenda de lujo normalmente.
Al diseñador de Chanel le han seguido otros como Stella McCartney, Kenzo, Comme de Garçons, Lanvin, Jimmy Choo o Roberto Cavalli. Hasta este año, en el que el ‘elegido’ ha sido el diseñador británico Erdem Moralioglu, cuya firma ERDEM ya está consagrada en el imperio del lujo. Como ha reconocido la propia marca sueca, llevaba tiempo queriendo ‘fichar’ al diseñador para su colección exclusiva anual y este año ha sido el definitivo. Así, a partir del mes que viene las prendas diseñadas por ERDEM para H&M estarán a la venta en tiendas seleccionadas, lo que aumenta más el deseo por parte de los compradores.
¿Pero qué lleva a un diseñador o marca de renombre a unirse a una de perfil más bajo? El marketing. Sí, porque muy al contrario de lo que pueda pensarse, este tipo de unión no rebaja el caché de la marca de lujo, sino que la hace más popular y la acerca a personas que normalmente no se pueden permitir adquirir sus productos. Se trata de democratizar el lujo para ganar nuevos clientes y hacer la marca más visible.
Por ello, este tipo de alianzas cada vez son más comunes, pues las dos marcas salen ganando, ya que la marca ‘low cost’ o más asequible también se hace más visible para compradores de gama alta, los cuales pueden empezar a comprarla gracias a esta asociación. Se trata de un ‘win-win’ en el que nadie sale perdiendo y que los consumidores, además, aplauden.
Supreme y Louis Vouitton, caso de éxito
Una de las colaboraciones que más furor ha creado y que va a pasar a la historia es la de la marca de skate y urbana Supreme y Louis Vouitton. Por primera vez, la mítica casa francesa ha unido su logo a otro, en este caso el de una marca muy alejada de su filosofía de lujo. Supreme era hasta hace poco una enseña solo conocida en los entornos urbanos y underground cuyas prendas y accesorios se asociaban a un tipo muy concreto de gente.
Ahora, se puede ver a influencers de la talla de Chiara Ferragni luciendo sus prendas gracias a esta colaboración, que ha elevado a Supreme a marca casi de lujo. Lucir Supreme aporta clase y glamour y ya no es necesario llevar una tabla de skate bajo el brazo para enfundarse en una de sus chaquetas o colgarse del hombro alguna de sus mochilas.
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