'Alma cheli', una taberna diferente (y fantástica) en el eje Ponzano de Madrid

  • Cocina casera, bien ejecutada y muy interesante gracias a toques de aquí y de allá, “de allende los mares”... y uno de los mejores vermús de Madrid.
Alma Cheli
Alma Cheli

'Alma cheli' es una taberna inusual, distinta y diferente, pero fantástica. Se encuentra lejos de los establecimientos que podrían pasar por sus iguales, las tabernas madrileñas concentradas alrededor del Parque del Retiro. De hecho, físicamente se encuentra cerca de la calle Ponzano, uno de los ejes gastronómicos de la capital, aunque muy lejos de sus estándares estéticos y de ‘postureo’. Aquí hay nivel en la cocina.

El rótulo define el carácter de su dueño José Miguel Parra y el estilo que se respira en el establecimiento. Un aire fresco, divertido y cercano, cuya simpatía y energía engancha. Puede que la fachada no ayude y que el local no entre por los ojos, pero cuando ya estás dentro cuesta salir y apetece volver. José Miguel es uno de esos valientes que cansado de una vida anodina de oficina, decidió hace tres años dar un giro radical y probar suerte con la restauración, ese recurso al que tantos recurren pero en el que muy pocos triunfan.

De hecho, Parra -que aprendió cocina viendo programas de Arguiñano en la televisión- contagia por su personalidad y una cocina sin más pretensiones que las de agradar y muy, muy bien hecha, que ha conquistado ya a una parroquia fiel que acude hasta aquí para disfrutar de buenos aperitivos, uno de los mejores vermús de Madrid, un original negroni, e interesantes raciones para tapear.

'Alma Cheli' ofrece una cocina casera, bien ejecutada y muy interesante gracias a toques de aquí y de allá, “de allende los mares”, como ellos dicen, y que resulta tremendamente atractiva. Son recetas tradicionales españolas a las que José Miguel le da un ‘puntazo’, con toques medidos que potencian el alma de cada plato. Como muestra el salmorejo, cremoso, perfecto, pero al que le da vida un toque de chipotle; la bomba de patata rellena de cochinita pibil, y las albondigas de merluza y gambas al curry verde, notables de textura, un punto esponjosas y sobresalientes de sabor.

También le dan a los platos tabernarios por excelencia, como la ensaladilla rusa, una tortilla de patatas correcta, unas croquetas de jamón con la bechamel bien trabajada; muy bueno el pisto con huevo de codorniz, y los boletus glaseados con yema de huevo de corral. Del capítulo de carnes destacar los pimientos rellenos de rabo de toro, tanto las carrilleras al oloroso, como las que elaboran al curry rojo, bueno el pollo masala y muy rico el canelón de ternasco estilo thai.

De la bodega, selecciona un par de etiquetas por denominación de origen, que también sirve por copas, además de una selección de cada una de las categorías de los excelentes vinos generosos de Jerez.

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