‘Baby boom’ en Instagram: las influencers nos muestran a sus hijos

Que Instagram es la red social del momento no lo duda nadie. La plataforma, propiedad de Facebook, se ha convertido en el gran escaparate mundial que ha dado lugar a una nueva profesión, la de influencer, y que permite a las marcas llegar al público de una forma más directa que antaño. Por ello, los cerca de 1.000 millones de usuarios activos mensuales que tiene la utilizan como modo para compartir cada momento de su vida -y su ropa- con sus seguidores. Sobre todo, las celebrities e influencers, que han dejado atrás los comunicados de prensa y ahora eligen cuándo y cómo anunciar las novedades en torno a su vida.

Y entre estas buenas nuevas, están como no los embarazos y la llegada de los bebés. Y en los últimos meses estos alumbramientos no paran de crecer, porque algunas de las influencers más importantes se han convertido en madres recientemente. El ejemplo más reciente es el de Pilar Rubio, que sigue al de Chiara Ferragni, la reina de Instagram, que ya ha mostrado a sus más de 12 millones de followers a su primer hijo, Leo.

El embarazo de la italiana, fruto de su relación con el cantante de rap Fedez, ha sido seguido al milímetro gracias a que ella ha dado buena cuenta de ello en su canal. Y el parto no ha sido menos. Hace unos días compartía la primera foto de su hijo nada más nacer, en la que se puede ver al bebé y a la mamá en la camilla del paritorio junto al orgulloso padre. Pero esta no ha sido la única foto de Leo que hemos visto, pues el pequeño ya posa solo delante de la cámara o rodeado de sus abuelos.

Hace alrededor de un mes otra de las reinas de Instagram también se convertía en madre por primera vez y lo compartía con sus 106 millones de seguidores. Se trata de Kyle Jenner, la pequeña del clan Kardashian que triunfa con sus sugerentes fotos y su línea de maquillaje, que es todo un hit y se agota cada vez que saca algo nuevo. La joven de 20 años ha sido mamá junto al rapero Travis Scott. El fruto de su relación es la pequeña Stormi Webster (sí, se llama tormenta), a la que hace unos días pudimos ver la cara por fin junto a su famosa madre.

Pero ellas no son las únicas que han elegido esta vía para mostrar a sus bebés, dejando atrás la práctica de presentarlos en una revista vía exclusiva. Aquí en España, por ejemplo, Cristiano Ronaldo y Georgina Rodríguez anunciaron la llegada de Alana Martina a través de una fotografía en Instagram, también en la camilla nada más nacer, y es habitual verles también acompañados de los otros tres retoños del futbolista.

La polémica de exponer a los bebés

Quien abrió la veda a esta forma de anunciar al mundo la maternidad fue la inigualable Beyoncé, quien posó como una diosa de la fertilidad junto a sus dos gemelos un mes después de que nacieran. Vestida solo con una bata de nuestro Palomo Spain, la artista desveló al mundo el rostro de los pequeños Carter y Rumi el pasado año, convirtiendo la foto en viral y dando pie a que muchas otras influencers y celebrities hicieran lo mismo.

Si bien ya llevamos tiempo viendo a hijos de famosos poblar la red social de referencia, convirtiéndose ellos mismos en influencers a su más tierna edad. Ejemplos son los hijos de Kim Kardashian o Harper, la pequeña del clan Beckham. Niños por los que las marcas infantiles ya se pegan para hacerles llegar sus productos y que les sirvan de escaparate ante el mundo.

Pero también hay otros que no tienen padres famosos y que están haciendo de las redes sociales su modo de vida, quizá sin que ellos mismos se den cuenta. Los ‘mini influencers’ cada vez son más y las cantidades que mueven algunos sorprenden y mucho. Por ejemplo, en el ranking de youtubers mejor pagados de la revista Forbes aparece en el octavo lugar un niño llamado Ryan que factura al año 11 millones de dólares por probar juguetes en su canal Ryan Toysreview.

En este contexto, la polémica no ha tardado en llegar, pues muchos consideran que la sobreexposición de estos niños puede acabar pasándoles factura en el futuro, como ha ocurrido con otros niños precoces, como Drew Barrymore, Selena Gómez o Justin Bieber. Niños que se vieron sobrepasados por una fama mundial y que tuvieron graves problemas para afrontar la madurez y el peso de su nombre.