A ritmo de batucada, jóvenes franceses palpitan los Juegos en favelas de Brasil

Decididos a vivir los Juegos de Rio de Janeiro-2016 a través de la música, un grupo de niños y adolescentes franceses subió este martes a lo alto de la favela Santa Marta a tocar batucada y compartir con la comunidad carioca los valores del olimpismo, lejos de estadios y competencias.

Formado por jóvenes de dos barrios populares de Francia, los "Batu'Capoeira" llegaron a Río a mediados de julio a hospedarse en una favela, tocar y bailar con los brasileños y a su manera eliminar prejuicios y celebrar el olimpismo.

Tras un empinado ascenso en funicular -transporte utilizado para avanzar en grandes pendientes- y una subida por estrechas escaleras que unen los pasillos de la favela, más de diez niños con instrumentos de percusión en manos inundaron el morro con música, "igual, pero diferente a la que tocan aquí", comentó a la AFP Fadela Chamekh, una de las responsables de los menores.

Para Willy Lavastre, creador de la organización, lo mágico de la batucada es lograr que "estemos todos unidos sin ser iguales, lo importante es compartir y el valor pedagógico que tiene para nosotros esta acción".

Nacido en el barrio Villenuve, en la ciudad de Grenoble, Batuka Vi realiza trabajo pedagógico con niños de su comunidad y a partir de 2010 sumó la batucada, estilo de percusión con raíces africanas y arraigado a la cultura brasileña, como una de sus actividades.

En este viaje se sumaron integrantes de Abada-Capoeira Francia, que este martes optó por llevar los armoniosos movimientos del arte marcial afrobrasileño a Rocinha, una de las más famosas favelas de Río.

Con 25 menores partieron a Río, dejando en Francia a decenas de jóvenes que también practican dos de los emblemas de la cultura brasileña.

Bajo la atenta mirada de la Policía, que custodia cada movimiento dentro de Santa Marta -una de las primeras favelas en ser controladas por las fuerzas policiales-, y frente a la estatua del fallecido Michael Jackson, que filmó uno de sus famosos videos en la favela, los jóvenes franceses se entregan al ritmo.

A su alrededor, un grupo de turistas y jóvenes de otra asociación civil extranjera sirven de público para el espectáculo, al que más tarde se sumarán los 'músicos' de la zona, como lo hicieron en los encuentros de la semana pasada.

"Es diferente la batucada de Francia con la de Brasil, aquí hay más energía y calor", dice convencida Sakina, que a sus 13 años comienza a descubrir la cultura carioca y ya se anima a mover las caderas a ritmo de samba.

Al igual que Sakina, sus compañeros comienzan a sentir el "calor" de Brasil.

Para Robespierre Avila, presidente de la ONG 'Atitude Social', instalada en Santa Marta y anfitriona del grupo francés, estos intercambios muestran que "no hay diferencias de nacionalidad para disfrutar la música, eso se ve ahí afuera".

"La diferencia a la hora de tocar está en que aquí escuchan batucada desde que están en la barriga de su madre, lo sienten en todo su ser. Los franceses la aprendieron y son muy aplicados técnicamente", agrega Avila, encargado de inmortalizar con su cámara el evento.

Un evento que tendrá su contrapartida cuando un grupo de brasileños toque batucada en Francia, visita que planea concretar en 2018.

Alejados de las casas de colores de Santa Marta y sus interminables escalinatas, junto al mar y contrarreloj, los cariocas dan las últimas pinceladas a su ciudad para que el viernes se inauguren los primeros Juegos Olímpicos en Sudamérica.

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