Brabante: cervezas españolas con tradición de Flandes

  • Están hechas y pensadas para un público español, pero se elaboran en Flandes, siguiendo sus métodos de producción tradicionales y utilizando las mejores materias primas. Así unos jóvenes empresarios madrileños crean una interesante alternativa en el mercado de la cerveza español.
Brabante: cervezas españolas con tradición de Flandes
Brabante: cervezas españolas con tradición de Flandes
lainformacion.com
Alessia Cisternino

La idea se les ocurrió hace más o menos un año por casualidad, como muchas veces pasa, cuando en una comida se dieron cuenta de que en el restaurante había más de 100 referencias de vino y solamente una de cerveza. En julio de 2009 empezaron a desarrollar la gama de cervezas y el packaging del producto y en enero de este año montaron una fábrica en Madrid, dirigida por José Manuel del Olmo, Ignacio Pan de Soraluce y Jaime Gil-Casares, cuya única misión es traer directamente de Flandes el gusto pleno y especial de las cervezas que allí se producen a la patria de las cañas ligeras y entretenidas.

"¡Que quede claro: la cerveza española es magnífica, no tiene nada de malo!" afirma Ignacio Pan de Soraluce, uno de los socios directores de Cervezas Brabante. "El hecho de producir en Bélgica es para aprovechar unos procesos productivos más elaborados para las cervezas de especialidad, en las que, valga la redundancia, Bélgica es el líder mundial".

La gama de las cervezas Brabante se compone de cinco variedades: dos de baja fermentación – la Brabante Blanca, una cerveza de trigo fresca y suave, rubia y ligeramente turbia, como suelen ser las cervezas belgas de esta variedad y la Brabante Lager, un poco afrutada y con un apenas perceptible aroma a lúpulo; dos de doble fermentación – la Brabante Oro, rubia y dulzona mezcla de diferentes maltas y la Brabante Oscura, tostada, cuya segunda fermentación es en botella; y finalmente una de triple fermentación (la tercera en botella), la Brabante Gran Triple, con una graduación bastante alta de 8,7º y un sabor ligero pero a la vez compacto, redondo, profundo y un suave regusto aromático.

"Tanto el alma de estas cervezas, como su corazón y su futuro son españoles" sigue Ignacio Pan de Soraluce. "La empresa es española, los directivos y socios también, lo mismo que el marketing y el desarrollo de la marca han sido desarrollados por y para españoles. Sin embargo el hecho de que sea una gama de cervezas especiales nos obligó a producir con un socio industrial belga, aunque tanto la fórmula de la gama como el diseño de la misma se han realizado en España. Uno de los proyectos a medio plazo de la compañía es hacer una fábrica en España".

Indudablemente buenas, bien elaboradas, capaces de acompañar todo tipo de comida como haría un vino de larga tradición – desde los embutidos hasta la carne asada y el pescado fresco, pasando por las brochetas de verduras y los quesos curados – y de adaptarse también a la estación del año – la blanca y la lager son perfectas en verano, como la gran triple lo es en invierno –, las cervezas Brabante tienen también un precio bastante asequible que oscila entre los 1,46 euros por botella para la lager y los 1,89 euros para las de doble y triple fermentación.

Menos asequibles son los canales de venta, ya que de momento estas cervezas se pueden encontrar exclusivamente en algunos restaurantes de la capital u ordenar por teléfono y por Internet, eso sí, con entrega a domicilio incluida en el precio. Más difíciles de encontrar y de beber, estas cervezas no parecen todavía capaces de poner en peligro el ritual típicamente español del aperitivo, donde con la palabra "caña" se dice todo y más. Más bien crean otro tipo de ritual que quizás implique sillas, cubiertos, platos y algo más de tiempo, pero que conquista al fin y el cabo y añade otros significados sociales y culturales a esta bebida que casi siempre e casi siempre injustamente se queda un escalón más abajo que el vino.

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