Javier Bardem y Penélope Cruz no son una pareja que se prodigue en los medios y ante las cámaras. Más bien al contrario, pues huyen de ellas siempre que pueden y, cuando se dejan inmortalizar, siempre es por cuestiones relacionadas con su trabajo. Si bien anoche se pusieron delante de todos los focos por una buena causa. El matrimonio organizó una cena benéfica en Madrid a favor de Open Arms, la organización sin ánimo de lucro que rescata a personas en el Mediterráneo.
La pareja de actores aprovechó su gran poder de convocatoria para reunir a compañeros de profesión, celebrities varias e incluso políticos a favor de esta ONG. Todos ellos pagaron 200 euros por su cubierto y posaron con el su respectivo flotador naranja, que es el distintivo de esta organización que ya ha rescatado a 59.200 inmigrantes de las aguas del Mediterráneo cuando intentaban alcanzar las costas europeas.
Entre tanta celebridad se encontraban las alcaldesas de las dos principales ciudades españolas, Madrid y Barcelona. Manuela Carmena y Ada Colau acudieron a la llamada de Pé y Bardem y no dudaron en posar en el 'photocall'. A pesar del convulso momento que vive España, con la moción de censura a punto de acabar con el gobierno de Mariano Rajoy, las dos políticas quisieron poner así su granito de arena a la convocatoria.
La fiesta se celebró en los jardines de Cecilio, en el Parque del Retiro, y hasta allí se desplazaron muchos de los rostros principales del cine español, como Pedro Almodóvar -amigo íntimo de la pareja-, Alex de la Iglesia, Juan Antonio Bayona, Óscar Jaenada, Elena Anaya, Paco León o José Mota. Por supuesto, no faltó la hermana de Penélope, Mónica, quien siempre colabora con su famosa hermana en todo lo que le propone.
Para esta convocatoria, en la que la importancia era dar visibilidad a Open Arms y captar fondos, los estilismos fueron muy sobrios y relajados. Ellas tiraron de trajes o sencillos vestidos, mientras que el 'dress code' común entre ellos fue americana y jeans. Si bien, Penélope volvió a dar una clase de elegancia ataviada con un sencillo vestido largo en color gris perla con pequeñas flores con unos 'peeptoes' en amarillo mostaza. El pelo lo llevó al natural, con sus ondas naturales y la raya a un lado.
Así, numerosos rostros conocidos acudieron a la llamada de la oscarizada pareja, que es consciente del peso de su popularidad y siempre que puede intenta usarla por una buena causa. En este caso, la fiesta se fraguó cuando el matrimonio se interesó personalmente por esta ONG española y se pusieron en contacto con su director, Óscar Camps, quien se citó con ellos en su propia casa para contarles todos los proyectos de Open Arms. Una fructífera cita que acabó en una noche solidaria que logró sacar de casa a Carmena y Colau cuando la estabilidad política del país pende de un hilo.
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