Thomas Jefferson fue el tercer presidente de los Estados Unidos y uno de los padres de la patria, hombre de conocimiento enciclopédico, erudito, políglota, un hombre del renacimiento, ilustrado, elegante y de gustos distinguidos (compárese con el actual). Mientras fue embajador en Francia se preocupó y ocupó de instruir a sus sirvientes como chefs, en el conocimiento de la gastronomía francesa. Tuvo la fortuna de probar y beber Chateau Margaux y gracias a sus referencias y recomendaciones, como la mejor botella de vino del mundo, elevó el prestigio y valor de Chateau Margaux.
Chateau Margaux es uno de los vinos más caros del mundo. Sus botellas alcanzan un precio medio de unos 1.500€ (aún en bodega). Algunas buenas añadas pueden dispararse hasta los diez mil y es muy raro encontrar ninguna por debajo de los mil. Es por tanto un vino para gente con posibles y con la sensibilidad para disfrutarlo. Su producción limitada a unas ciento cincuenta mil botellas, garantizan la exclusividad de sus vinos y de quien los bebe. Ochenta y siete hectáreas de viñedos de cabernet sauvignon (75%), merlot (20%) y un 2% de cabernet franc.
Cuando uno viaja y se adentra en la región de Burdeos, el paisaje cambia. Son parajes, extensiones de viñedos, dominados siempre por la imponente figura de un chateau. Al norte de Burdeos, en la comarca que llaman del Medoc, en la orilla izquierda del río Garona, se levanta uno de los más característicos de la zona, el El Chateau Margaux, uno de los más bellos y majestuosos que se pueden visitar. Su imponente fachada blanca neoclásica, oculta unas bodegas que atesoran bajo el polvo algunas de las botellas de vino más valiosas del mundo.
El hecho de que desde la primera indexación de los mejores vinos franceses realizada en 1855, compartiera el privilegio de ser junto a: Latour, Lafite Rothschild y Haut Brion, uno de los cuatro mejores vinos de Francia (Grand Cru), le ha permitido mantener esa máxima categoría a pesar de las visicitudes atravesadas desde entonces. Uno de sus primeros propietarios fue guillotinado; se expropió la finca y la bodega, fue vendido de forma sucesiva hasta que sus actuales propietarios, la familia de origen griego Mentzelopoulos, se hiciera con el mando, para relanzarla de nuevo y mantener el nivel excelso de la bodega.
Chateau Margaux da lugar a vinos finos y elegantes, pero todos ellos mantienen un grado de complejidad muy interesante. Son vinos densos e intensos, pero sedosos y suaves. En boca prolongan su profundidad de un modo sutil y refinado. La concentración de taninos es tan excepcional, resultan tan aterciopelados que es muy difícil registrar tonos astringentes. Además, cuenta con una segunda etiqueta Pavillon Rouge, de precio más asequible y con la que poder hacer una aproximación a la bodega. Con una pequeña producción de sauvignon blanc producen un excelente vino blanco y seco, Pavillon Blanc.
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