Cierra Boracay, una de las principales joyas de las Islas Filipinas

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El gobierno de Filipinas ha tomado una drástica decisión al respecto de una de sus islas más turísticas. Boracay, una de las más bellas del mundo, se cerrará al turismo a partir del día 26 de abril durante seis meses para mejorar sus redes de saneamiento, ya que el ejecutivo considera que el archipiélago se ha convertido "en un cloaca".

Una decisión que puede hacer mucho daño al sector turístico filipino, pues esta isla es visitada por cerca de dos millones de personas cada año y cuenta y genera unas cifras de 1.000 millones de dólares (más de 800 millones de euros) anuales. De hecho, 17.000 personas de las 50.000 que habitan Boracay viven directamente de esta industria, lo que ha levantado la polémica entre los ciudadanos.

Si bien la situación se había descontrolado ante la llegada de tantos turistas. Según el gobierno, los negocios establecidos en la isla la han convertido en "una cloaca" al verter directamente sus aguas fecales al mar. De hecho, ha confirmado que 195 comercios y 4.000 particulares no estaban conectados a la red de alcantarillado local. Por ello, en estos meses pretende someter a la isla a un profundo saneamiento para que vuelva a brillar de cara al turismo internacional. Además, también se demolerán construcciones ilegales levantadas sobre pantanos y se sancionará a las autoridades locales que hayan permitido esta situación.

Precisamente, Boracay es una de las islas más famosas del mundo y con parajes más bellos. Ubicada a 300 kilómetros de Manila, la capital filipina, cuenta con 1.032 hectáreas que en 2016 la convirtieron en la isla más bonita del mundo, según los 'Choice Awards' de Condé Nast Traveller.

Actualmente, su famosa playa 'White Beach' sigue estando entre las mejores del mundo, pues está entre las 25 primeras de 2018 elegidas por TripAdvisor. De ahí que los ciudadanos y viajeros se lamenten del cierre temporal de Boracay, que este verano no recibirá a ningún turista. Si bien este cierre es otra muestra más de cómo el turismo masivo puede tener consecuencias en destinos paradisíacos, ya que no es el primero en tener que cerrar para renovarse si quiere sobrevivir a la llegada de visitantes.