Ciudad del Cabo, un mundo entre dos océanos

  • Se cobija bajo una montaña de perfil característico y exhibe algunas de las mejores bodegas del mundo.
Ciudad del Cabo
Ciudad del Cabo
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Ciudad del Cabo

Ciudad del Cabo es sin lugar a dudas la ciudad más moderna, cosmopolita y dinámica de toda África. Punta de lanza cultural es cuna de la diversidad en un continente, el africano, en el que la singularidad es un tabú y las tradiciones son reglas inmutables e inamovibles. Una sociedad abierta que mezcla el carácter afable de los brasileños y la medida de una ciudad americana. Su orilla recibe los embates de las olas de un Océano Atlántico que apenas unas millas más allá pelea y choca contra el Índico reivindicando su personalidad. Ciudad del Cabo se cobija bajo una montaña de perfil característico y exhibe algunas de las mejores bodegas del mundo.

Una ciudad cuya nación se levantó sobre la humillación de la opresión, para superar sus profundas diferencias con amplitud de miras y la grandeza de sus corazones. Visite Robben Island, el Alcatraz africano, donde aún se siente la opresión que tuvo que sufrir el gran Nelson Mandela para forjar parte de su leyenda que sirviera como hormigón con el que construir una nueva nación y reconciliar el país para transformarlo en un ejemplo de convivencia interracial. Bo-Kaap es el viejo barrio racial de oscuro pasado, pero colorido, vibrante dinámico y alegre, hoy y en el que se integran múltiples etnias.

El Company Gardens, una reserva botánica en el que florecen las rosas, encontramos un bellísimo jardín japonés y otro destinado a la ceremonia del té que invade los alrededores de serenidad y tranquilidad fue en otro tiempo el huerto que servía como despensa para abastecer los barcos de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales. Una de las zonas más atractivas repleta de cafés y clubes a los que acude gente joven es el barrio del Observatorio porque allí estuvo el Observatorio Real Británico. Victoria & Albert es uno de los paseos marítimos más animados del mundo. Si la ciudad es una mezcla del carácter brasileño y la atmósfera de una ciudad americana, Long Street recuerda el barrio francés de New Orleans.

Si Table Mountain infiere y dota de personalidad a la ciudad, las vistas que regala este accidente geográfico, símbolo de la ciudad; son impagables. Hay rutas para llegar hasta ella andando ¡toda una experiencia! Beta Beach es una de las mejores playas de la ciudad, algo escondida, merece la pena descubrirla. Conduzca 25 kilómetros hacia el Sur bordeando el Atlántico hasta Hout Bay, un pueblecito de pescadores con mucho encanto. Hasta allí acuden los más pudientes para descansar.

Aunque estemos en África, el estilo de la ciudad es absolutamente europeo, podría pasar por una ciudad del viejo continente. En Ciudad del Cabo encontrará la misma cuidada sofisticación que podría descubrir en restaurantes y hoteles occidentales. En Aubergine, uno de los mejores restaurantes del continente, se sirve cocina continental con matices vanguardistas y unas vistas impagables a Table Mountain y el Pico del Diablo. Exquisitos medallones de carne de gacela. Si prefiere el pescado de cualquiera de los dos océanos acuda a Millers Thumb. En Kioto Garden en cambio puede disfrutar de un gran sushi.

El vino, el buen vino forma parte de la identidad cultural del país. En Tokara no sólo encontrarán muy buenos vinos de bodegas sudafricanas sino una espléndida colección de arte. Una opción original es descubrir la cocina de las tres culturas que conviven en el país: la Xhosa, la Zulú y la Ndebele, en Africa Cafe, ubicado en una magnífica casa Georgiana del siglo XVIII. Su menú de una docena de platos, merece la pena.

Si llega a Camp Bay, podrá disfrutar de los mejores bares de la ciudad. En Blues Bar encontrará ambiente joven, sofás al borde de la playa, cocina sencilla pero bien servida y un lugar envidiable para tomar una copa. En la playa de Clifton, encontrará Boulevard, una especie de Beach Club a pie de playa con muy buen ambiente, bikinis a mediodía y gente bien vestida de noche. Más clásicos para tomar una copa de noche en el gran Mount Nelson Hotel y en la azotea del Gran Daddy Hotel, muy animada y moderna.

Para dormir: El encanto de Ellerman House, viene determinado por que poseen la mejor y mayor colección de arte privada del país, unas vistas apabullantes sobre el océano, y un servicio único. Arte, servicio y vistas, todo en uno.

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