Cocina en un plis plas

  • ¿Es posible cocinar bien y en poco tiempo? Según Graciela Bajraj, autora del libro Cocina en un plis plas, sí es posible. Se trata sólo de planificar, prever y tener ordenada – y posiblemente llena – la despensa. Más de cincuenta recetas y consejos útiles para no invertir más de 30 minutos en la cocina.
Alessia Cisternino

Comer es un placer, además de una exigencia y sin embargo hay veces en las que no podemos dedicar a la comida más del tiempo necesario para que sea comestible. La culpa la tiene el trabajo, el hecho de que pasemos mucho tiempo fuera de casa, de que corramos todo el rato o del cansancio que generan estos ritmos de vida, pero también es cuestión de no saberse o poderse organizar. O de no tener ideas suficientemente buenas a la hora de tener que montar un almuerzo o, ¿por qué no?, una cena en un plis plas.

Graciela Bajraj es cocinera, colaboradora habitual de revistas especializadas en gastronomía y autora de libros como Cocina para singles y La mejor cocina anticrisis, entre otros. Su última fatiga se titula Cocina en un plis plas y recoge más de cincuenta recetas y algunos menús que requieren un tiempo máximo de preparación de 30 minutos.

De unas simples escalopes de ternera al Jerez (tiempo de preparación aproximado: 5 minutos) a un pollo frío con salsa de atún (10 minutos), pasando por unos flanes de chocolate y nueces (20 minutos) y un menú que combina una sopa de tomates con unos solomillos de ternera al coñac y trufa en un tiempo máximo de 30 minutos.

Cocinar bien en poco tiempo es posible, afirma Graciela Bajraj en el prólogo del libro, se trata sólo de saber planificar, prever, tener en orden y bien provistas la nevera y la despensa y, finalmente, de poder contar con todo tipo de cachivache con el que nos sorprende la industria moderna: olla exprés, batidora eléctrica, microondas, freidora eléctrica y multirobot.

La autora desenfunda además una serie de consejos, o obvios y menos obvios, para ahorrar tiempo entre fogones como dejar la cebolla y el ajo picados en el congelador para tenerlos listo para cada ocasión; lavar, secar y envolver en un paño de cocina humedecido la lechuga y el perejil nada más comprarlos para que duren más; y acordarse de dejar fuera del congelador lo que queramos cocinar para que se descongele a temperatura ambiente en vez de tener que recurrir al microondas.

Cuando se trata de ahorrar tiempo todo es lícito y algunos consejos, aunque no sean propios de un libro de cocina ortodoxo, facilitan mucho las cosas en la cocina cuando el tiempo se nos echa encima, así que quedan admitidos también los alimentos semipreparados, los caldos en tetrabrics y los congelados.

Otra cosa importante es memorizar antes los pasos de las recetas para poder ir más rápido. En el caso de los menús, que ocupan las últimas páginas de este librito ilustrado por Laura Príncipe, los pasos de cada uno de los dos platos que componen el menú tienen un color diferente, verde y negro. Así será más fácil aprovechar los tiempos muertos de cada uno y hacer que estén listos a la vez y en el menor tiempo posible. Quizás no sea el libro perfecto para una comida familiar del domingo, pero para el resto de la semana, puede solucionar en un plis plas muchos problemas.

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