Mucha gente admite que mantienen una dieta poco saludable. El llegar del trabajo y ponerte a preparar una cena adecuada muchas veces genera pereza. Como contrapartida, según revelan algunos estudios, esta gente suele gastar menos en comida. En otras palabras, la comida basura sale más barata.
De hecho, según un estudio de Money Saving Heroes en Reino Unido, se muestra que aquellos comensales con malos hábitos alimentarios gastan cerca de 29 euros menos a la semana, ahorrando al año más de 1.500. Esto es sencillo de comprobar. Puedes cenar con porciones de pizza a un euro o con preparadas a precios irrisorios. No sólo son baratos, frecuentemente más sabrosos , sino que además duran mucho más tiempo.
Por contra, comprar un pack de brocoli natural cuesta más de dos euros, mientras que unas pechugas de pollo cuestan también más de dos euros cada una, y unas manzanas más de tres euros. Y además, necesitas más tiempo para cocinar estos alimentos y poder degustarlos. No es de consumo rápido.
La buena noticia, según descela el diario Mirror, es que es posible que en nuestro día a día, más que voluntad de comer bien, lo que nos falte sean conocimientos. Porque a estas mismas personas que afirman que tenían malos hábitos alimenticios, afirmaban a su vez que comerían de forma más saludable si fuera más barato.
A menudo nos falta cierta imaginación para cocinar, porque es posible cocinar recetas sencillas y baratas y, además, saludables. De acuerdo con el Instituto de Asuntos Económicos, la comida saludable puede ser más barata que la comida basura. De hecho, afirman que puedes encontrar porciones de fruta y verdura por menos de 35 céntimos.
Estos son siete consejos para comer más barato y mejor:
- Compre congelados: la mayoría de los casis, los alimentos congelados tienen más o menos exactamente lo mismos nutrientes que los frescos, pero por menos dinero. Además, las verduras congeladas picadas se pueden utilizar como necesite sin temor a que se activen. Y, además, puedes congelar mucho más de lo que crees.
- Compre enlatados: los alimentos enlatados tienen casi todas las ventajas de los alimentos congelados, pero no es necesario guardarlos en el congelador. No obstante, pruebalos antes de consumir grandes cantidades.
- Compre en grandes cantidades: si tiene espacio, los alimentos que se compran en grandes cantidades y que no se quitan pueden ahorrar mucho dinero. La harina, arroz, lentejas, pasta o la avena son algunos ejemplos.
- Compre productos 'feos': la forma de un vegetal de ninguna manera afecta su sabor o valor nutricional. Pero la gente no suele comprar verduras o frutas 'feas'.
- Planifica tus comidas: si no diseñas un plan de comidas, es más fácil que termines comiendo de forma insana o acabando en los brazos de la comida basura.
- Use especias: las especias, hierbas, chile, ajo...pueden transformar un tazón de lentejas en algo muy sabroso.
- Compre productos de temporadas: puedes obtener grandes ofertas en línea, y los productos de alimentos frescos de temporada en tu localidad pueden ser más baratos.
La proliferación de comida basura en países como Estados Unidos está muy relacionada con altos índices de obesidad. Comer bien y sano, no siempre necesariamente significa estar delgado, es fundamental para evitar que aparezcan enfermedades. Comer sano y barato es posible.
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