Cupcakes: pequeñas delicias metropolitanas entre Nueva York y Madrid

  • Los cupcakes, pequeñas porciones de bizcocho y crema de mantequilla, han conquistado Estados Unidos y ahora amenazan con hacer lo mismo en España.
Cupcakes
Cupcakes
lainformacion.com
Alessia Cisternino

Dulces, pequeños, no precisamente dietéticos y sin embargo muy elegantes. Son los cupcakes, minúsculos placeres de bizcocho y crema de mantequilla que se pueden saborear en la calle, en un parque y hasta durante una intensa sesión de compras el sábado por la tarde. No hace falta ni mesa, ni cubiertos: un cupcake es grande más o menos como una porción de tarta y por eso se adapta perfectamente al frenesí de las grandes ciudades.

No es una casualidad que haya conquistado Nueva York a tiempo de récord y que prometa hacer lo mismo al otro lado del Atlántico, donde las ciudades quizás no son tan grandes pero sí van igual de rápido. Gran parte del éxito de los cupcakes en Europa es sin duda debido a la serie 'Sexo en Nueva York', cuyas protagonistas, glamourosas pero sin miedo a las calorías, solían compartir secretos y desamores delante de un cupcake en la ya célebre Magnolia Bakery. Cupcakes de chocolate, vainilla (un clásico), limón, caramelo, coco y minicupcakes para llevar en el tradicional cartón de una docena de huevos. Eso sí: en tres colores diferentes y provisto de un asa para que sea más fácil y más chic llevárselos.

Pero quizás el mérito de haber difundido la "cupcakesmanía" en Estados Unidos y desde allí en el resto del mundo es de la cadena californiana Sprinkles, la primera en abrir una pastelería especializada en cupcakes en Beverly Hills y en conquistar el corazón (y el estómago) de muchas de las estrellas de Hollywood. En Sprinkles, los cupcakes no varían sólo en función del gusto y de la decoración, sino del calendario: hay cupcakes de San Valentín, por supuesto, de Pascua, para el Día de la Tierra y para el Día de la Madre, pero también una "edición limitada" para la inminente Noche de los Óscar: el clásico Red Velvet (bizcocho de chocolate y crema de queso glaseada)… ¡con una estrella dorada encima!

Aterrizaje en España

En España, los cupcakes acaban de desembarcar, pero poco a poco también aquí empieza a haber algún rinconcito donde se puede disfrutar de estas pequeñas delicias norteamericanas. La panadería-pastelería Cosmen&Keiless ha sido pionera en importar los cupcakes a Madrid y desde hace poco ha abierto sus puertas en la centralísima Calle Velázquez Cupcakes Madrid, una tienda muy pequeña pero con horno propio, del que salen cada día cupcakes de vainilla, de chocolate y menta y la versión más española de esta joya pastelera de EEUU: el Sancho Panza, un bizcocho de chocolate con cobertura de chocolate.

En Barcelona, Florentine Cupcakes ofrece a domicilio una variedad prácticamente infinita de brownies, galletas decoradas y por supuesto cupcakes hechos con productos selectos y según las recetas tradicionales. En esta tienda que todavía no tiene dirección, elegir es prácticamente imposible: bizcocho de zanahoria y naranja con crema de queso, bizcocho de plátano relleno de dulce de leche y cubierto con crema de caramelo y bizcocho de naranja y semillas de amapola relleno con mermelada de naranja y cubierto con crema de cítricos. Y si uno no quiere "conformarse" con esta más que variada oferta, puede encargar cupcakes personalizados eligiendo entre las bases, las cremas y las decoraciones incluidas en el catálogo.

Buenos, bonitos. Y baratos: el precio medio de un cupcake es de más o menos de 3 euros. Una modesta inversión en un fugaz pero intenso momento de pura felicidad metropolitana. Según parece, a parte algún kilo más, los cupcakes no parecen tener ninguna contraindicación. Única advertencia: no congelar ni poner en el frigorífico y sobre todo consumar fresquísimos. Pero seguro que última recomendación, delante de estos manjares, sobra.

Mostrar comentarios