Revisa los productos 0,0 de tu dieta post Navidad: tienen más azúcar del que crees

Una vez superado los últimos atracones de Navidad con la degustación de los mejores Roscones de Reyes, comienza la etapa de los propósitos. Junto al de ahorrar, el de adelgazar es uno de los más habituales, pero también complicado. Enero es tiempo de dejar a un lado las grasas, las calorías y los productos azucarados mientras en los supermercados abundan los productos con ‘apellidos’ ZERO, 0,0, 0%MG, o sin azúcares añadidos, entre otros. Desde que Coca Cola abriera el camino allá por 2006, este tipo de denominaciones se asocian a productos saludables y el mensaje ha calado en la sociedad. ¿Pero son tan sanos como parece?

No. Actualmente no existe una legislación que regule las características nutricionales que debe tener un producto 0,0, algo que sí existe con los productos ‘ligth' (30% menos de su aporte calórico, grasas o azúcares respecto al tradicional), y simplemente se utiliza como un reclamo publicitario o de marketing. Por eso, los productos etiquetados como 0% en materia grasa pueden inducir a error al consumidor: no están libres de azúcares para lograr mantener los sabores.

Para alimentarnos con una dieta sana y equilibrada, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda 90 gramos de azúcar al día, aunque esto varía dependiendo de factores como la edad o los niveles de actividad. Esta cantidad, que está presente en 15 terrones, 7 piezas de frutas o 6 lácteos, incluye azúcares naturales de los alimentos y también azúcares añadidos. Hay que tener en cuenta que 1 gramo de azúcar produce 4 kilocalorías.

Habitualmente utilizado como sinónimo de 'sin alcohol', las marcas también usan desde hace años la denominación 0,0 para referirse a productos en los hay menos de 0,5 gramos de grasas, azúcar o calorías por ración de 100 gramos, pero no se refieren a la ausencia total de éstas

Pero como vemos en la siguiente tabla, hay multitud de productos que utilizan la palabra 0,0, que superan esa barrera ética de los 0,5 de gramos de azúcar por cada 100 gramos. Simplemente se refieren a que no tienen materia grasa e inducen al error al cliente. Como decíamos, no incurren en ninguna ilegalidad.

Muchos de los yogures más vendidos del mercado están etiquetados como 0,0, pero solo se refieren a la materia grasa y así lo hacen ver en la letra pequeña. Pero si observamos la información nutricional, el azúcar que contienen superan incluso el 10% de la cantidad diaria recomendada, una cifra similar a la de un yogur ‘normal’.

Algo parecido ocurre con la leche 0,0% MG, ya que un vaso de 250 ml nos aporta más del 13% de azúcar que necesita nuestro cuerpo al día. Una cantidad difícil de imaginar para un consumidor viendo a primera vista su etiquetado y reclamos publicitarios.

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Los zumos ZERO también inducen al error, ya que un pequeño brick de 200ml nos aportaría casi el 11% de la Cantidad Diaria Orientativa para nuestra dieta, según la OMS. También encontramos productos 0,0 entre diferentes variedades de mermeladas, tomate frito, cacao o café, que son difícilmente consumibles sin azúcar, pero que logran atraer la atención de los clientes que quieren perder los kilos de más.

Es cierto que la Coca Cola ZERO, así como las variantes de Fanta, Aquarius, Trina y todas los demás, no tienen grasas, azúcares y apenas 1 Kilocaloría. ¿Quiero decir esto que podemos consumirlos sin control y a diario? Los especialistas lo tienen claro: no.

Estos refrescos contienen colorantes, acidulantes, aromas y un largo etcétera de productos, entre los que destaca el ciclamato sódico, un polémico edulcorante artificial que es hasta 50 veces más dulce que el azúcar y se usa en alimentación como adictivo. Su uso está prohibido en EEUU, pero no en España, ya que no hay evidencias claras de que su uso esté relacionado con enfermedades.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) no recomienda ingerir más de 11 miligramos de ciclamato por cada kilo de peso corporal. Aunque una Coca Cola contiene 18 a 22 miligramos de ciclamato por cada 100 mililitros, por lo que habría que consumir varios litros de refresco cada día para que fuera peligrosa para la salud.