Doña Manolita cierra por celebración

  • Madrid.- 'Por celebración cerramos esta tarde. Disculpen las molestias'. Este es el texto del cartel que luce hoy en la administración de loterías Doña Manolita, donde se ha vendido un buen pellizco del tercer premio de la Lotería de Navidad (10.104), así como tres de los ocho quintos premios (49.271, 06.679 y el 34.030).

Un 'Gordo' y un segundo algo remolones pero muy madrileños
Un 'Gordo' y un segundo algo remolones pero muy madrileños

Madrid.- 'Por celebración cerramos esta tarde. Disculpen las molestias'. Este es el texto del cartel que luce hoy en la administración de loterías Doña Manolita, donde se ha vendido un buen pellizco del tercer premio de la Lotería de Navidad (10.104), así como tres de los ocho quintos premios (49.271, 06.679 y el 34.030).

Enclavada en el número 31 de la Gran Vía madrileña, la administración número 67, "la más importante y con más solera de España", según reza su página 'web', ha repartido cientos de miles de euros en premios en este sorteo del 'Gordo'.

De esta forma la diosa Fortuna ha sonreído a algunas de las miles de personas, madrileños y foráneos casi por igual, que han soportado las largas colas que se suelen formar en este establecimiento para adquirir décimos de la Lotería de Navidad.

Una de las loteras que atienden la administración, sobre cómo se había vendido el número agraciado con el tercer premio, dijo que había habido "de todo un poco", en declaraciones a Telemadrid recogidas por Efe.

A diferencia de otras administraciones de lotería que repartieron premios, ningún agraciado con un pellizco del tercero o de los quintos se pasó por el local.

Con 25 años, doña Manolita abrió en 1904 su primera administración de loterías en la madrileña calle de San Bernardo.

Aunque sus comienzos no fueron fáciles, tenía una belleza y un carisma con los que pronto se ganó sus primeros clientes, sobre todo estudiantes, cuentan desde Doña Manolita.

Además, Manolita empezó a repartir premios con bastante frecuencia, lo que supuso el despegue definitivo de su negocio, que mantiene esa buena suerte y ese carisma hasta nuestros días.

Se convirtió entonces no sólo en una próspera mujer empresaria, también en musa de escritores y pintores.

En 1931 trasladó la administración a su actual dirección y 20 años después, el 7 de mayo de 1951, murió en Madrid a los 72 años de edad.

Mostrar comentarios