Los esfuerzos de Google Inc para alcanzar una buena cuota de mercado y persuadir a los empresarios de comprar sus servicios de email han sufrido un revés esta semana después de la interrupción del pasado martes que sufrió Gmail y que afectó a millones de usuarios.
La noticia corrió como un reguero de pólvora por todos los medios de comunicación que cubrieron ampliamente la noticia, por supuesto este hecho no benefició en absoluto la imagen de la compañía.
La caída ocurre además en un momento en el que Google intenta competir con Microsoft Corp e IBM expandiendo su servicio de correo a empresas, que son precisamente las que menos toleran estos fallos. De esta manera, la parada ha vuelto a motivar los miedos de los usuarios que ha vuelto a ver como Gmail no es lo bastante "estable".
El gigante de internet pidió perdón por los problemas que hubiese podido ocasionar y anunció que trabajaría duramente para impedir que se repitiese. Sin embargo, esto puede que no sea suficiente para hacer olvidar la mala publicidad de la caída que fue extensamente cubierta por la prensa. "Es una mala noticia para Google. El correo electrónico es un instrumento muy necesario y las interrupciones son inaceptables" afirma la analista Rebecca Wetteman.
El deseo de Googe es conseguir cuanto antes un ingreso estable por parte de las empresas. Sin embargo, los datos apuntan a que la inversión publicitaria está comenzando a frenarse. Parece que el pasado martes cayó por tierra el duro trabajo de dos años y medio de comercialización de Google Apps.
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