El Oriental, el popular mercado de Nicaragua que mide el pulso de la economía

  • El populoso Mercado Oriental, el más grande de Nicaragua y uno de los más grandes al aire libre de Centroamérica, no sólo es el lugar de compras más concurrido, desordenado y preferido de los nicaragüenses, sino también el que mide el pulso de la economía del país.

Renée Lucía Ramos

Managua, 9 feb.- El populoso Mercado Oriental, el más grande de Nicaragua y uno de los más grandes al aire libre de Centroamérica, no sólo es el lugar de compras más concurrido, desordenado y preferido de los nicaragüenses, sino también el que mide el pulso de la economía del país.

Fundado en 1943, el Mercado Oriental ha crecido de forma caótica en el corazón de la capital nicaragüense y la proliferación de miles de pequeños negocios informales y que abundan en Nicaragua, ha hecho de este centro de compras con fama de vender a precios más bajos el lugar preferido del comercio popular.

Actualmente, en ese populoso mercado, en el que se mezclan lujosas tiendas propiedad de árabes y turcos, con rústicos tramos y pequeños comerciantes que ofrecen sus productos en carretones ambulantes, se mueven hasta 100 millones de dólares mensuales en actividad comercial, de acuerdo con las autoridades.

El gerente de la Corporación Municipal de Mercados de Managua (Commema), Augusto Rivera, dijo a Efe que la actividad que genera ese "gigante comercial", como llama al Oriental, representa entre el 25 % y el 30 % del Producto Interior Bruto (PIB) del país.

Con una extensión de 84,6 hectáreas, ese populoso mercado, que es referencia en Nicaragua, se ha tragado por entero a barrios vecinos en medio de la delincuencia, los indigentes y la prostitución en las zonas aledañas.

Con rústicos negocios hasta sobre las aceras que dificultan el tráfico de vehículos, ese centro de compras alberga al menos 20.000 establecimientos formales -sin incluir los informales-, divididos en tres zonas en donde se oferta "desde una aguja hasta un misil", como pregonan los vendedores y confirma su gerente.

Ese mercado, que genera unos 50.000 empleos, incluidos 2.000 vendedores ambulantes y donde se hacen 100.000 platos de comida al día, es visitado a diario por 50.000 a 60.000 personas "en días normales" y hasta 150.000 en los días de diciembre.

La mercadería que ofrecen es importada principalmente de la Zona Libre de Colón en Panamá y otras desde China, y según su gerente, el Oriental es "un país en chiquito" de Nicaragua.

Allí, además de la variada oferta comercial, hay colegios, clínicas de salud, ventas de comidas caseras, bancos, microfinancieras, barberías, bares, venta de repuestos de vehículos, terminal de autobuses, iglesias y universidad en las zonas aledañas, entre otros.

También cuenta con galeras donde venden todo tipo de frutas frescas y verduras procedentes del interior del país; u otra en la que ofertan granos básicos, carne bovina o de cerdo, y medicina natural.

A diario recolectan una tonelada de basura.

Es un mercado lleno de vida, de problemas, de caos y desorden, y aún así sigue siendo el centro de compras más activo del comercio en la capital nicaragüense, reconoce el gerente de Commema, para quien un ordenamiento "es imposible" por la oposición de los comerciantes que temen ser desalojados.

A finales de julio de 2008 sufrió un incendio que quemó 1.500 tiendas y desde entonces es considerado un sitio altamente vulnerable por las autoridades.

Su desordenado crecimiento se dio a raíz del terremoto que destruyó Managua en 1972, y que hizo desaparecer los otros tres mercados que existían entonces, lo que obligó a los comerciantes a ubicarse en lo que hoy es el "gigante comercial" ubicado al este de la capital.

Managua, cuya población es de 1.374.025 habitantes, cuenta actualmente con ocho mercados populares, aunque ninguno como el Oriental, que es "un país en chiquito" según las autoridades y en donde uno encuentra, a precio regateado, desde "una aguja hasta un misil", según los comerciantes.

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