El Recreo, la nueva taberna de Madrid que pone nerviosas al resto

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Si le recomendáramos una nueva taberna en la calle Espartinas, pocos podrían situarla en el mapa, si les decimos que está ubicada enfrente de Taberna Verdejo, los aficionados a la buena cocina tendrían una referencia precisa. Pues bien la calle Espartinas es una minúscula bocacalle que nace o muere en Príncipe de Vergara y en la que ya se han colado dos grandes tabernas. Verdejo y El Recreo. Una enfrente de la otra. Si preguntas a Marian y Carmen (socias de Verdejo) te dirán que su competencia está haciendo cosas que merecen la pena.

Si en Taberna Verdejo apuestan por la cocina más pura y sencilla, en El Recreo le dan una pequeña vuelta en el planteamiento. Así por ejemplo su excelente Gilda (2,8€), en la que sustituyen la tradicional anchoa por un lomo de sardina ahumada. Si en El Recreo hacen gala de una brocheta (2,5€) de brócoli, kimchi, lima y comino ahumado (difícil sacarle más partido al brócoli) en Verdejo te sorprenden con un pisto de verduras y huevo frito. Si en Verdejo te ponen unos mejillones en escabeche excelentes, en El Recreo te sirven un mejillón tigre (3€)picante muy logrado.

Pablo Montero y Alejandro Díaz llegaban con unos antecedentes y una carta de recomendación que hacía esperar lo mejor. Su paso por el Hotel de Bodegas Abadía Retuerta, Le Domaine, en Sardón de Duero, en Valladolid, uno de los mejores hoteles y con más encanto de España en el que estaban a cargo tanto de la carta de El Refectorio, el restaurante del hotel con una estrella Michelin, así como de La Vinoteca con una propuesta más tradicional; presuponía que ahora más libres, podrían emular su mejor versión.

Un carta controlada que no peca de excesiva simplemente por el hecho de rellenar. Su propuesta se centra y su menú no va más allá de una decena de platos. La excelencia de la concreción. Sólo el mejor producto y en las mejores recetas. Así una coca huitlacoche, con papada y queso raclette, intensa, sabrosa y contundente. Un sándwich de carrillera con mostazas, suculento e impecable. Destacar también el arroz negro con alioli de sisho, que refresca mucho la receta y col china. Las mollejas a la brasa con níscalos, más que correctas.

Aunque nos quedamos con ganas de probar alguna otra cosa, como una tortilla hecha al momento y a base de un guiso que prometía ser suculento, nos pareció que en esta taberna que lleva ya más de medio año en el oficio, se están haciendo las cosas bien, aunque estamos seguros que Pablo y Alejandro no han explotado todo el potencial del que son capaces y que poco a poco irán asentando su cocina para que su taberna se asimile a la de los grandes locales con los que compite en el entorno del Parque del Retiro.