El secreto de la longevidad japonesa: cómo poner en práctica el Hara Hachi Bu

Arroz integral, uno de los pilares de la dieta nipona – Pixabay
Arroz integral, uno de los pilares de la dieta nipona – Pixabay

Dos décadas y media de estudio hicieron falta para llegar a la conclusión de por qué en la isla de Okinawa, una de las más australes de Japón, el porcentaje de personas mayores de 100 años era inusitadamente alto. Apoyado por el gobierno nipón, el trabajo de campo comenzó en el año 1976 y no fue hasta 2001 cuando se concluyó que aquella inusitada longevidad se debía a varios factores, al alcance de casi todo el mundo, entre los que estaban niveles bajos de estrés, una alimentación saludable, una dosis soportable de ejercicio físico, buenas relaciones con el entorno y practicar el conocido como ‘hara hachi bu’, que traducido de forma coloquial significaría 'come hasta que estés un 80% lleno'.

La práctica, asentada en Okinawa desde las enseñanzas del filósofo Confucio, allá por el siglo V a.C, pone en valor la mesura a la hora de sentarse a la mesa, evitando los atracones y los excesos, demostrando el autocontrol de los japoneses para ser capaces de dejar de lado ese 20% restante del plato. La finalidad de esta restrictiva medida está en que las señales de saciedad que nuestro estómago nos brindará, aún con comida en la mesa, serán mayores que si acabamos con todo lo que tengamos delante, ya que esto nos podría dejar con la sensación de que aún tenemos hambre.

Aunque los valores del Hara Hachi Bu no se limitan a, evidentemente, mantener una quinta parte de la comida en el plato. Para que funcione hay también que seguir otros preceptos, algo más plausibles, como el de mantener una alimentación equilibrada, baja en grasas y azúcares refinados, pobre en carne –aunque no hay que eliminarla-, absolutamente abstemia, rica en legumbres, vegetales y granos integrales. También, como no podía ser de otra forma viniendo de la cultura japonesa, el pescado cobra vital importancia pero siempre procurando que sea fresco y nunca enlatado o procesado.

Valores que no nos extrañan a la hora de entender cuáles son las claves para que una correcta lista de la compra nos permita cumplir muchos cumpleaños y es que, con ciertas diferencias, la dieta mediterránea mantiene con esta teoría gastronómica japonesa. Lo que quizá nos diferencia y también forma parte de la mentalidad del Hara Hachi Bu, es la forma en la que los habitantes de Okinawa conciben la vida, procurando tener los menos sobresaltos posibles, reduciendo sus niveles de estrés y llevando un estilo vital activo –que no significa salir a correr maratones-.

Salmón y atún son dos de los pescados principales de la cocina japonesa - Pixabay
Salmón y atún son dos de los pescados principales de la cocina japonesa - Pixabay

Pequeñas actividades deportivas cotidianas como salir a andar, practicar taichí o kárate e incluso dedicarle tiempo a tareas domésticas como la jardinería pueden ser suficientes para que mantengamos nuestro cuerpo y nuestra mente en orden, sobre todo si acompañamos estas soluciones con un poco de meditación. Algo que tampoco nos extraña en este lado del mundo, sobre todo si atendemos al precepto latino del ‘mens sana in corpore sano’, que revela que, aunque sea a decenas de miles de kilómetros, el mundo gira en un mismo sentido encontrando valores compartidos en torno a la salud.

El resultado de toda esta investigación a través del tiempo se plasmó en un libro de notable éxito, que se bautizó como The Okinawa Program, en el que además de sugerir cambios alimenticios para ser un poco más longevos se mencionan numerosas razones médicas para practicar el Hara Hachi Bu. La prueba, incluida dentro del estudio, estaba en que los nativos de esta isla japonesa envejecían más despacio y tenían un 80% menos de posibilidades de sufrir afecciones cardiovasculares, así como tener menores índices de cánceres, tanto prostáticos como mamarios o de colón y donde los okinawenses vivían alrededor del 97% de sus vidas libres de enfermedades.

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