El Space Needle de Seattle tendrá un restaurante giratorio con suelo de cristal

  • El rascacielos de 158 metros de altura se renueva con un restaurante y un mirador no aptos para cardíacos.
Fotografía del Space Needle de Seattle remodelado.
Fotografía del Space Needle de Seattle remodelado.
Olson Kundig.

Cenar con las mejores vistas de la ciudad es todo un lujo pero también supone dominar el vértigo. La fiebre por los restaurantes en terrazas y azoteas de edificios de las grandes urbes no para de crecer, aunque muy pocas se pueden comparar con Seattle.

En la ciudad estadounidense limítrofe con Canadá han comenzado los trabajos de remodelación del Space Needle, el rascacielos que la preside, y que pasará a tener un restaurante giratorio totalmente acristalado.

Fotografía del Space Needle de Seattle remodelado.
http://www.olsonkundigarchitects.com/ / Space Needle.

Inaugurada en 1962, la torre diseñada en su origen por Alan Maskin, está inmersa en un proceso de remodelación llamado 'Century Project', cuya fase principal consiste en instalar la plataforma giratoria y un mirador.

Fotografía del Space Needle de Seattle remodelado.
Fotografía del Space Needle de Seattle remodelado. / Space Needle.

La firma de arquitectos encargada del lavado de cara es Olson Kundig, y ya monitoriza las obras por valor de 100 millones de dólares de un proyecto de lujo.

Una vez finalizado, los visitantes disfrutarán de comidas de nivel con vistas de 360 grados de la ciudad gracias a la rotación del suelo. Eso sí, no será recomendable mirar hacia abajo: la torre mide 158 metros.

El mirador, la joya de la corona

Para los inconformistas y los más valientes, la adrenalina alcanzará otro nivel en el bautizado como 'Observation Deck', un mirador no apto para cardíacos.

Fotografía del Space Needle de Seattle remodelado.
Fotografía del Space Needle de Seattle remodelado. / Space Needle.

Aparte de ofrecer vistas más altas que las del restaurante, el punto de observación ofrecerá a los presentes la posibilidad de casi tirarse al vacío: podrán apoyarse en la mampara de cristal.

Si estás en Seattle está debería ser una parada obligada a pesar del exceso de turistas. En la renovación lo han tenido en cuenta y por ello el mirador tendrá un amplio aforo con premio: los que suban gozarán de recitales en un piano de cola.

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