¿Verdadero o falso? Los mitos sobre la pasta que han dado la vuelta al mundo

  • Por el Día Mundial de este alimento, recopilamos las leyendas urbanas que han surgido a su alrededor para determinar su veracidad.
Pasta
Pasta
Pixabay

Pocas personas en el mundo pueden decir que la pasta no les gusta. Hablamos de uno de los alimentos más famosos y que enamora tanto a mayores como a niños. La facilidad de su preparación y su combinación con otros ingredientes, así como las salsas que le acompañan, han hecho de ella toda una institución culinaria que es venerada en todas partes. 

Aunque Italia es su cuna, la pasta ya es mundial, como demuestra el hecho de que hoy se celebra su Día Mundial, algo apto solo para las cosas o causas más importantes. Y, precisamente, por esta festividad, es momento de aclarar todos los misterios que han surgido desde siempre alrededor de este los spaghetti, tortelinis, macarrones y demás formas que ha adoptado.

Porque sobre este alimento pesa una losa tan grande como su fama: engorda. Eso es lo que nos han repetido a lo largo de toda nuestra vida como un mantra y que nos ha hecho coger cierto miedo a estos suculentos platos. Bien es cierto que la pasta es, básicamente, hidrato de carbono, pero conviene aclarar unos cuantos puntos al respecto.

Porque, como apuntan los nutricionistas, se trata de hidratos de absorción lenta, sobre todo si se cocina 'al dente' -cuando queda firme pero no dura-. Lo que engorda de la pasta es la salsa con la que se acompañe, sobre todo las que están formadas por queso o nata, que por cierto son las más adictivas. Si se toma aliñada con tomate fresco y un poco de aceite de oliva no habría ningún problema.

De hecho, muchos nutricionistas recomiendan tomar cada día 200 gramos de pasta porque así se puede aportar al organismo hasta el 18% de su necesidad energética. Además, tienen otro punto fuerte, que es que baja el grado de colesterol en la sangre y favorece el funcionamiento regular de la tiroides. 

Volviendo al tema de la nata, tenemos que hablar de la salsa carbonara, que es la que más peligro tiene para la línea. Este ingrediente no consta en la receta original italiana, si no que se ha añadido con el paso del tiempo al irse popularizando. La receta original consta de huevo, queso parmesano, panceta y pimienta negra. Unos ingredientes que, aunque siguen convirtiéndola en una bomba calórica, no llegan al aporte de la nata. 

¿En Italia comen pasta a todas horas?

Hay otro mito sobre la pasta muy famoso que se circunscribe a los italianos. Por el hecho de ser su país de origen y donde más rica la hacen, muchos creen que allí se come todos los días como acompañamiento, algo similar al arroz en Asia. Algo que es rotundamente falso, pues en Italia la pasta se toma como un plato individual, al igual que en el resto de sitios. Habitualmente, como primero. 

En cuanto a su cocción, también hay otra leyenda muy extendida. Y es la que dice que hay que echar aceite para que se pegue. Error. La pasta no se tiene porqué pegar si se hace al dente. De hecho, es mejor evitarlo para así no incluir grasas al cocerla. Los italianos prefieren añadir un chorrito al final para darle más sabor, pero es algo al gusto. Otro punto al respecto tiene que ver con el agua, que muchas personas creen que es mejor que falte a que sobre, algo que tampoco es así. Es mejor cocinarla con abundante agua, pues de este modo no se pegará. Así es como lo hacen en Italia.

Para saber si la pasta está en su punto, también hay un mito que dice que si se lanza contra la pared y se queda pegada es que está perfecta. Algo que no es cierto, porque si se pega lo único que quiere decir es que está pasada

De este modo, podemos empezar a comer pasta sin temor o culpabilidad, siempre que lo hagamos de la forma más sana posible. Hacer ensaladas de pasta -con ingredientes como atún, maíz, queso fresco, aguacate y algún fruto seco- o tomarla acompañada con tomate fresco natural supondrá un aporte de energía muy necesario y, además, saciante. 

Mostrar comentarios