A pesar de que el eurodiputado socialista Luis Yáñez mantiene que no tenía ninguna agenda oculta en su visita a Cuba, el Gobierno de Raúl Castro ha justificado hoy el rechazo a la entrada en su territorio de Yáñez por la "aplicación de las leyes internas" de la isla. Por su parte, el Ejecutivo español ha advertido en su reunión con el embajador cubano, Alejandro González, que este tipo de incidentes no ayudan a su relación bilateral.
Yáñez se mostró sorprendido de que el embajador cubano le haya dicho alsecretario de Estado para Iberoamérica, Juan Pablo De Laiglesia, que su viaje no era "inocente" yquiso dejar claro que, aunque tenía pensado telefonear y reunirse conamigos y conocidos "demócratas", cuando acudió a la isla su agenda "aúnestaba en blanco" al tratarse de un viaje privado.
En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación confía en que este tipo de "incidentes" no se vuelvan a producir porque "no ayudan al desarrollo de las relaciones entre los dos países".
De Laiglesia transmitió en su encuentro, que se prolongó por espacio de casi una hora, al embajador cubano en España, la condena del Ejecutivo de Zapatero por la no admisión de Yáñez, que llegó en la madrugada de ayer al aeropuerto de La Habana con un visado de turista, al igual que su mujer, la diputada Carmen Hermosín, a la que las autoridades cubanas sí estaban dispuestas a dejar entrar en la isla, pero que decidió regresar con su marido a España.
El comunicado no menciona si este episodio puede tener algún tipo de repercusión en la intención del Gobierno español, manifestada en reiteradas ocasiones por el ministro Miguel Angel Moratinos, de intentar lograr --durante su semestre de presidencia de la UE-- el consenso de los 27 para alcanzar un marco bilateral de cooperación con Cuba que sustituya la Posición Común que rige la política comunitaria hacia la isla desde 1996 y que condiciona las relaciones a avances en democracia y derechos humanos.
Sin embargo, el eurodiputado sí que se ha pronunciado al respecto en una rueda de prensa en Sevilla, al pedir que su inadmisión en Cuba no interfiera en la búsqueda de unas nuevas relaciones de la Unión Europea con las autoridades de la isla, ya que, a su juicio, la Posición Común debe ser revisada al haberse quedado obsoleta tras 15 años de vigencia.
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